Episodio 1x3: David Lynch, vida y obra del Dalí del cine. 543b2g

Sed bienvenidos, amigos y enemigos, a Defectos Especiales. Episodio número 3. Y hoy va a ser ni más ni menos que un especial tardío ya, porque aquí el tiempo vuela y desde el pasado 15 de enero han llovido pues casi un mes. Estamos grabando a 10 de febrero de 2025.

Vamos aquí hoy sí a cubrir un poco de vida y obra del mítico David Keith Lynch. Y bueno, para ello tengo aquí a mis colegas habituales. Víctor, ¿qué me cuentas, tío? Hola, ¿qué tal? ¿Cómo estamos? Me han dicho que no has pasado la ITV hoy, ¿no? No, no. Con una contractura en el trape. Toma ya, tío.

Se pueden tener, se pueden tener. Hombre, yo creo que eso cuadra con el ambiente linchiano, que siempre hay alguna deformidad, alguna avería física o no.

Algunas de otras, sí, sí. Bueno, Matías, ¿tú qué te cuentas, tío? ¿Estás por aquí? Aquí estamos. Me he preparado un café, una tarta de cerezas y unos donuts para ambientarme en plan Twin Peaks, ¿no? O sea… Te cambia el apellido y eres Matías Cooper, ¿no? Hostia, toma ya. Exacto, tío. Matías Cooper.

Un poco abromal. Con Dayán al aparato.

Hostia, tío, qué interesante. O sea, meternos en el guisao de Lynch. Que ya digo, Lynch es amor y odio no solo para mí o para cualquiera de los que estamos aquí, sino para el mundo, creo yo.

Es decir, habrá cosas que amemos del personaje, tanto de la vida como de la obra, y a la vez, amando unas, podemos odiar otras. Porque si algo tiene Lynch es que era bastante imprevisible, ¿no? Y ha hecho un poco lo que le ha dado la gana toda su vida, a nivel personal y a nivel artístico sobre todo. Y claro, es un poco complicado decir me gusta todo lo que hace David Lynch. Que puede haber gente, que seguramente de hecho la habrá. No es mi caso, pero es verdad que cuando algo te gusta de Lynch, pues es casi casi imborrable en la memoria. Y a la vez hay cosas que son infumables directamente.

Yo, la verdad es que, por un lado, tío, abordando un tema como este, el de David Lynch, lo ideal habría sido, desde un punto de vista profesional, haberse visto todas las películas y, si me apuras, todos los cortometrajes. Que por lo visto hay casi más cortometrajes que películas en su obra, o directamente es así.

Yo he conseguido ver algunas en estos días, porque quieras que no, hay que cuadrar con la agenda y la vida de uno. Me ha asomado, por ejemplo, a pelis que no había visto de él, como Blue Velvet, que bueno, seguramente de las más famosas de su obra. Bueno, esta es la que no había visto. Me he vuelto a asomar a Cabaretera perdida, que la vi en su día, si no recuerdo mal, en el cine. Estamos hablando de 1997.

Y una que había visto en casa, pero a lo mejor hace más de 10 años, y he vuelto a ver. Y yo ya digo que la pongo como mi película predilecta de Lynch, y quizás sea excepcionante, porque es seguramente la menos Lynchiana, es la de una historia verdadera o a Straight Story. Pero bueno, para ir por partes.

A ver, ¿qué sabemos de la vida de este hombre? Tú, Matías, ¿qué nos cuentas? Bueno, yo he visto, a raíz de su muerte, pues en la plataforma Filmy han tenido la delicadeza de poner toda su obra, ahora mismo está toda su obra, incluyendo los cortos, y un reportaje que se llama The Short Films of David Lynch, donde se nos cuenta bastante de su vida.

O sea, él mismo habla de su vida. Y sin hacer demasiada biografía, algunos datos son que, por ejemplo, bueno, vamos a ver, este hombre nunca quiso ser cineasta. De hecho, esto es algo que me ha llamado la atención de este reportaje y que no lo tenía nada claro. El tío sí que era un amante del cine, por su edad, él mamó mucho el cine, la época dorada de Hollywood, de los años 40-50, y es un gran amante de este cine. Pero realmente él lo que quería ser era pintor y se dedicó, estudió en la escuela de arte y estudiaba pintura. Es lo que quería ser, era pintor. Vamos a decir que cumplió el 20 de enero de 1946. Correcto, aquí lo tengo, exactamente. O sea, su infancia.