Episodio 116 | Todos somos un don 1g5z4u

Cuidado, Laicos Trabajando, en la iglesia y con la iglesia para el mundo.

Buenas tardes, bienvenidos de nuevo a este su programa de Laicos Trabajando.

Soy el padre Cristian Conchas, acompañado virtualmente con Yeliza, ¿cómo ves? Hola, ¿qué tal? Un gusto saludarlos.

Sí, otra vez nos encontramos por aquí virtualmente.

Yo siempre insisto en este tipo de cuando hacemos este tipo de grabaciones en agradecer a Dios y agradecer al creador de estas plataformas.

Porque, a ver, nos salvaron en la pandemia, pero también nos siguen salvando hoy y más que salvando, creo que es es un gran medio para comunicarnos cuando estamos lejos y comunicarnos con los que están lejos.

De hecho, justamente tenemos preparado una grabación así para el otro programa con el padre Rafael Rentería, con un amigo nuestro, un fraile ya ordenado sacerdote que siempre nos ha ayudado y que, pues obviamente, porque su orden lo mueve y lo pone en un lugar y en otro, pues está lejos.

Pero el punto es que nos podemos comunicar y el punto es que estamos aquí.

Gracias a Dios. Un jueves más.

Este, bueno, si no me equivoco, padre, es la primer semana de cuaresma, pero en teoría es el segundo jueves de cuaresma, o sea, primer semana, porque apenas pasamos el primer domingo de la cuaresma y estamos como que viviendo esta semana caminando el segundo domingo de cuaresma.

Pero es el segundo jueves y ahora sí oficialmente en que estamos viviendo la cuaresma dos mil veinticinco.

Y hablando de estas tecnologías, yo creo que la gran mayoría de los que nos escuchan, de los que nos ven en estas diferentes plataformas, pues hemos tenido la oportunidad, Dios nos ha dado ese privilegio de caminar con las tecnologías.

Yo creo que Julito está muy chiquilla.

Yo estuve en la prepa dos mil dos mil tres y recuerdo que teníamos clases de computadora, de computación para enseñarnos a usar las computadoras.

Y bueno, yo recuerdo que me daba mucho miedo usarlas porque seguraba que el miedo es componer y yo pensaba que costaban.

Bueno, si costaban caras, pero y luego los disquetes de tres y media no existían UCB por ahí tengo guardados los disquetes que que se usaba.

Fíjate que algo que tenía.

No sé si era la aplicación Messenger o chat o algo así.

Quedaba zumbidos.

Si no te hace caso, le picaba a uno nada, zumbidos, toques, toques, toques.

Entonces, bueno, hemos caminado con estas tecnologías y tenemos esta oportunidad, este pues poder digitalizarnos.

Y bueno, estamos en esta semana, ya decías, es la primera semana del tiempo de cuaresma y estamos meditando y reflexionando los distintos mensajes que el Papa Francisco nos ha dado.

Pero hoy, hoy, 13 de marzo, para ser exactos, a las siete, seis, siete de la tarde con seis minutos se cumplen 12 años de la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como Papa Francisco.

Guau! Hace 12 años entonces que el mundo pues vibró cuando salió el humito por ahí que estábamos esperando.

Y 12 años también de estas palabras tan maravillosas del Papa Francisco que a mí me marcaron mucho y hasta la fecha me siguen pareciendo maravillosas, porque pues justo por la tardanza que tuvieron en elegir al Papa, al nuevo Papa, pues Francisco sale y dice discúlpenos, mis hermanos fueron a buscarme al fin del mundo.

Entonces creo que es una gran expresión de humildad y creo que nos enseña mucho a, pues justamente no, el ver a un líder porque finalmente es un líder, un líder religioso.

Tener un líder tan humilde capaz de decir discúlpenos es que me fueron a buscar allá escondido porque pues allá estaba.

Entonces creo que es un gran mensaje y sin duda algo que últimamente nos ha pedido y que también nosotros nos hemos unido justo por él, que en este caso es la oración.

Ese día dijo oren mucho por mí, recen mucho por mí.

Y yo creo que hoy el mundo sigue rezando mucho por el Papa Francisco.

Oiga padre, pero aprovechando que tengo la palabra por dar nuestro número para que nos escriban, manden un mensajito.

Acuérdense, porque nos encanta compartir con ustedes sus dudas, sus comentarios.

Nos encanta leerlos.

Así que escríbanos al 33 16 0 5 12 61.

Ahora sí, padre.

Ahorita que decía la fecha, el momento, el acontecimiento.

Ahora sí preguntémosnos dónde estábamos.

Bueno, ahorita, según yo, deben de ser casi las seis y tantas.

Bueno, este no quieras.

Ahí ya no me salen las cuentas.

Total, que yo estaba dando clases con unas monjitas clarizas.

Cuando ahí en clases dicen padre, están diciendo noticias como blanco.

Pues ya suspendimos la clase.