Entrevista con el historiador y recreacionista Francisco Díaz de Otazu, especializado en historia militar 30/05/2025 103t4u

Para ti, tu emisora, Radio Santoña.

Dentro de los actos conmemorativos de la capitulación napoleónica de Santoña en 1814, se ha programado para hoy la conferencia Armas y tácticas de las guerras napoleónicas, que dará el historiador y recreacionista Francisco Díaz de Otazu-Guerri.

El profesor Díaz de Otazu está con nosotros a través del teléfono.

Profesor, ¿cómo está? Muy buenos días.

Hola, buenos días.

Muchísimas gracias por hacernos un hueco a esta hora.

Sí, es una clase, es una libra.

¿En qué universidad da clases? ¿Dónde da clases? No, doy clases en un instituto de Trubia, al lado de Oviedo, en el municipio de Oviedo.

Ah, vale, vale.

Entonces, ya después de las clases, estará preparando viaje para venirse hasta Cantabria.

Sí, nada más, en efecto.

Profesor de geografía e historia, con posgrado en historia, suficiencia investigadora en filosofía, licenciatura en ciencias religiosas y diplomatura en derecho.

Tiene varias publicaciones de divulgación histórica, cultura de defensa y reclutamiento, y es miembro de la Asociación de Recreación Histórica, ARCA, y ha participado en multitud de representaciones de combates.

Y me ha llamado la atención, cuéntenos cómo son estas representaciones, profesor, qué atractivo tienen para usted.

Bueno, la recreación histórica sí es seria, porque hay una dimensión festiva, que puede ser numerosa, pero no tiene pretensión de calidad.

Es una manera, es una puerta de acercarse a la historia, porque busca una civilidad muy grande.

Piense, los que están en Santoña o en las cercanías, entre Santander y la que tengan interés, podrán ver este fin de semana unos soldados, unas armas más fieles que lo que se ve en una película del cine.

Con muchos más medios, sin embargo, es muy inferior.

Hay detrás una investigación muy seria, el manejo también de alta seguridad, cuando las armas de fuego requieren una licencia y un entrenamiento específico.

Y todo lo de niños que hicimos, algunos de poder tocar, entrar en la tienda, la bandera, eso se va a poder hacer junto con los recreadores, que representan a una escala, en este caso, limitado en el número, siempre sometiéndolo todo a la seguridad, pero representan con una fidelidad muy grande de lo que se trata, y a la vez hacer un homenaje al pasado a través de este pedagógico y del presente.

En la conferencia que andará esta tarde en Santoña, a las 7, en la Sala Víctor de los Ríos, hablará de las armas, uniformes y tácticas vinculadas en la época de Napoleón.

Y como en Santoña se hará una recreación con el desfile de las tropas inglesas, sas y españolas, ¿cómo eran los uniformes más característicos de las tropas napoleónicas y su importancia también en el campo de batalla? Sí, el uniforme representa también la sociedad del momento al que responde, de la que sale.

Y es algo relativamente reciente en el tiempo, quiero decir que a fines del XVII todavía no tenían todos los soldados uniformes.

Pero tiene una función identificativa de autoestima, también de diferenciación con respecto al civil, lo cual tiene una utilidad incluso para no disparar contra el que corresponde y al revés, es protectora en caso de cautiverio, de ser prisionero.

Tienen un código, ningún color es caprichoso.

Hay que pensar, de todos modos, que lo que nos puede parecer un poco, a lo mejor, vistoso o ridículo del pasado, responde a un código diferente.

Por ejemplo, estos fusiles no tenían punto de mira, se disparaba al bulto, con lo cual el ir vestido de modo llamativo no me ponía en más peligro.

Esto es algo muy importante que es totalmente antitético con lo que conocemos del siglo XX o del presente.

Es importante, entonces, en cada caso tiene un sentido y tiene una utilidad.

Y también había una influencia, ¿no? ¿Cómo influían las formaciones militares en lo que era el resultado de las batallas durante esta época? Sí, las armas eran muy poco fiables en cuanto a la puntería.

Lo que se buscaba era destruir la cohesión de la línea enemiga, haciéndose dueño del campo.

Entonces, pasaba a ser, psicológicamente, cuando vamos juntos, estamos más valientes que cuando vamos dispersos.

Esto es algo psicológico y no es racional o matemático.

Pero no era mejor dispersar a toda la fuerza para optimizar unos disparos, como podemos pensar, sino que se trataba de romper unas batallas que normalmente no duraban unas horas, de sol a sol, y, por consiguiente, lo que uno de los dos bandos rompía y huía.

Entonces, esa cohesión, que es más peligrosa respecto a la artillería, es lo que permite a la infantería imponerse a la caballería, si está dispersa y no presenta ese erizo, la caballería les vencería.

Y una vez que uno de los dos unidades va a perder la cohesión o la seguridad, se impone la bayoneta,