Enciende el chip emprendedor en tu equipo con Els Van Leemput 701y63

¡Hola, queridos oyentes! Bienvenidos al quinto episodio de Liderazgo Auténtico, el podcast donde desentrañamos los secretos de un liderazgo efectivo buscando un ámbito de trabajo sano, seguro y motivador tanto para ti como para tu equipo. Yo soy Els, coach empresarial y personal, y desde hace muchos años una apasionada del liderazgo y de la comunicación, una pasión que me encantaría pegarte. En este podcast te voy a sumergir en el mundo mágico del liderazgo auténtico. Juntos vamos a descubrir qué hace falta para vivir y liderar desde tus propios valores, quedándote muy conectado contigo mismo, con tu contexto y con los demás.

Con mucho gusto comparto contigo qué me ha ayudado a mí en mi búsqueda a la autenticidad y te inspiro con experiencias de mi trabajo como líder de equipo y como coach. Una vez búsqueda en la que descubro cosas nuevas todos los días y que por suerte no termina nunca. ¿Listo, lista para sumergirte? ¡Al agua, patos! Lo estamos notando todos.

El mundo cambia y cambia a una velocidad brutal. En apenas cinco años, el mercado laboral ha pasado por evoluciones rompedoras que nos obligan a estar muy atentos y ser flexibles. La atención por el bienestar mental, la falta de manos de obra, la guerra por el talento, el trabajo híbrido, la apariencia de la inteligencia artificial...

Parece que el mundo tal y como lo conocimos ya no existe. Nos encontramos en una fase que en la antropología y en la psicología social se denomina liminal. Una fase liminal del latín limes, límite o frontera, es la fase en la que se está ni en un lugar ni en otro, porque se está en un lumbral entre algo que se ha ido y otra cosa que está por llegar. Significa estar colgado entre un momento y otro, entre un estado y otro.

Pensar, sigamos haciendo lo que hemos hecho siempre y todo volverá a la normalidad, es una reacción muy normal. Es exactamente lo que hacemos las personas instintivamente cuando nos encontramos en una fase liminal. Intentamos mantener el control y mantener lo que tenemos y conocemos, porque lo nuevo que nos está esperando nos inspira miedo. Miedo por no saber cómo reaccionar, por cómo abordarlo, por desconocer cómo quedará el resultado. Y ese miedo nos hace volver a lo tradicional. Una fase liminal trae caos y confusión.

Imagínate un armario donde los platos están cayéndose. Pues si tú abrirías la puerta del armario se romperían todos, pero no es opción no abrirlo. El miedo nunca ha ayudado a ninguna persona, a ninguna comunidad, a ninguna generación a evolucionar. El miedo nos hace estancar y estancar es volver para atrás. Lo que necesitamos es valentía, valentía para ser curiosos y preguntarnos qué necesitamos hoy para ser relevantes mañana. Las empresas deben adaptarse a los continuos cambios de la sociedad y responder adecuadamente a ellos.

No sólo el emprendedor y el empresario sino también el entorno laboral requiere nuevas perspectivas. El éxito de una empresa no sólo depende de su trayectoria, de su estrategia o sus recursos, sino también y cada vez más de la capacidad del equipo para adaptarse, aprovechar las oportunidades y alcanzar las metas que se marquen. Dentro de los equipos se necesitan personas con actitud emprendedora que ayudan a su empresa a estar preparada para el futuro.

¿Cómo se enciende ese chip emprendedor? Pues aprovechando nuestras diferencias, escuchando opiniones contrarias, buscando talentos en sitios inesperados, juntando perfiles expertos de diferentes ámbitos, reuniendo cerebros maduros con cerebros jóvenes. Y más que nunca, practicando la democracia. No una democracia hueca en la que cada uno expresa su opinión sin más, sino una democracia profunda, una en la que todas las personas asuman su propia responsabilidad para hacer que el cumplimiento de la misión de la empresa sea el resultado del trabajo de todos.

Una democracia en la que