«El visitante», de J. C. González 6hx1n

Esto es esto es extraño terry territorios tras extraña bien bendito sea mi territorio extrañé el visitante un relato de jota gonzález incluido en la antología de ciencia ficción otros mundos otras lunas me llamo gord y estoy solo hasta hace muy poco tiempo no lo estaba vivía con los de mi clan en nuestras cuevas llevábamos una vida tranquila apacible pero entonces llegó el visitante el visitante cambio en nuestra manera de ver el mundo nuestra forma de vivir mi forma de vivir y se llevó los del clan ahora estoy solo y tengo miedo todo comenzó hace cuatro lunas cada día descendíamos al claro de abajo al pie de la pared de piedra donde se encuentran nuestras cuevas para alimentarnos y realizar nuestros quehaceres y al acercarse la noche volvíamos a nuestra morada y nos reuníamos en torno al fuego sobre la gran roca cerca de la entrada para contarnos historias eran historias antiguas á nuestros padres la habían contado sus padres y éstos a su vez sus padres y que se remontaban muchas generaciones atrás quién sabe hasta cuándo eran historias como las de gran acutal el dios serpiente que vivía en el cielo o la de seti same los gemelos dueños de los vientos y las tempestades mi favorita es la historia de guzmán el gran señor montado en su trono de luz cabalgaba durante todo el día cada vez sobre llanuras y montañas diferentes y descansaba al llegar la noche siempre en parajes distintos una noche de cuatro lunas atrás a comenzar uno de nuestros padres a narrar una historia salar la oscura diosa de los pantanos observamos que en el cielo había aparecido un punto brillante nuevo blanco con cierto tono verdoso era difícil de ver si nadie te decía dónde mirar pero una vez visto era imposible dejar de mí arlo brillaba más que muchas de las otras luces del cielo aunque no era el punto más luminoso que uno pudiera contemplar le rodeaba una especie de halo difuso también verdoso quizá algo azulado muy tenue pero fácilmente observable todos nos quedamos al instante callados sin poder dejar de mirar aquella maravilla en ese momento o i'll el brujo de nuestro clan dijo que los pequeños debíamos retirarnos a nuestras cuevas mientras los mayores discutían entre ellos muchos de nosotros protestamos algunos como yo mismo ya somos suficientemente mayores como para entender las cosas de los adultos y no queríamos quedarnos al margen de aquello sea como fuere una tenebrosa mirada y un golpe seco de ir con su gran bastón sobre la gran roca fue suficiente para silenciar nuestras protestas y todos los que éramos de edad y menores que yo nos encaminamos hacia nuestros lechos muchos pequeños se durmieron pero yo permanecí despierto mirando cómo discutían todos los mayores a la luz de fuego kitt era el que más gesticulaba y más de una vez a punto aquella nueva luz del cielo con su bastón y con un gesto ceñudo en su rostro al retirarse también los mayores padre pasó cerca de mí se percató de que estaba un despierto y se sentó a mi lado me dijo que pensaba que aquella luz era uno de los dioses navegantes el visitante le llamó y mientras fuese visible en nuestro cielo habíamos de permanecer en nuestra cueva para ocultarnos de su siniestra mirada si no lo hacíamos corríamos el peligro de irritarle y de que su cólera se volviese contra nosotros kit había insistido en que el visitante con su inmenso