ÉCHALE UN QUINTO AL PIANO 2025 05 20 3aac

SICOM RADIO 105.9 PRESENTA A ver, ¿aquí quién despache? Aquí, señor, un tequila.

¿Triple? ¡Triple! ¡Ahí le va! Antes de que empiecen los trancasos, ahora...

Oiga, ¿cuáles trancasos? ¡Pues los que va a haber! ¿A qué horas? A la hora que se dé cuenta que no traigo pa' pagarle.

¿Ah, sí? ¡Sí, señor! ¿No trae? ¡No trae! ¡Pues ahora me desquita aunque sea cantando! ¡Pues échele un cinco al piano! ¡Ahí va el cinco! ¿Qué tal? ¿Cómo le va? Bienvenido.

Ya estamos aquí para echarle un quinto al piano.

Soy Enrique Castro Hermida.

Y los saludo en el 105.9.

Gracias por acompañarnos.

Y también saludo a nuestros amigos que nos sintonizan en Acatlán, a través del 95.3.

En Guauchinango, ellos nos oyen en el 98.9.

En Izúcar de Matamoros, en el 107.5.

En Libres, a través de la frecuencia del 95.9.

En Tehuacán, en el 93.1.

En Teciutlán, a través del 90.9.

Y en Zacatlán, en el 105.38.

Emisoras de Sicom Radio, este sistema de información y comunicación del Estado de Puebla.

Llegamos a 143 municipios del Estado y también saludamos a nuestros amigos que nos sintonizan en parte de Oaxaca, de Morelos, de Veracruz, de Guerrero, de Hidalgo, de Tlaxcala, del Estado de México.

Por supuesto, a nuestros amigos que nos sintonizan a través del podcast en las plataformas digitales como E-box y Spotify.

Y el día de hoy invité a charla en quinto al piano a mi compañero Alan Rosete Cervantes, que usted seguramente lo ubica muy bien ahora que empieza a hablar porque ha participado en distintos espacios aquí en Sicom.

Alan Rosete, ¿cómo estás? Enrique Castro, buenas tardes. Gracias por la invitación.

Lo que me estaba preguntando es...

Bienvenido a tu casa.

¿Cuántas personas tuvieron que rechazar la invitación a tu programa para que yo llegara? No, no, ninguno, hombre, al contrario.

Me da gusto porque al final yo veo que es una generación distinta a la mía y en ti veo un cuate que encontró en la radio su veneno, su pasión, su camino, ¿sabes? Y eso es difícil.

Que ahorita ya convivimos un poquito más porque estás compartiendo oficina con las lacras que estamos...

Ah, sí, ya lo estoy reformando y educando ahí. Por ahí, Alina, ni te acérquese porque has de cuenta que es...

De hecho entró pero salió.

¿Alina? Sí.

Puso un pie y nada más escuchó quien sabe qué y pegó la carrera para el lado contrario.

Oye, Alan, cuéntame, tú eres poblano, naciste en Puebla.

Sí, soy poblano, nací el 15 de agosto de 1993.

O sea, eres leo.

Sí, soy leo. Dicen, no sé tú si te fijas en ese tema de los horóscopos, pero dicen que los leos son de carácter muy fuerte, que son muy cerrados, brutos y...

¿Cómo, cerrados, brutos? Así.

Órale, no había oído un astrólogo expresarse así, pero bueno, Alan dice.

Pero yo sí me identifico.

Sí, con tu signo.

Sí, y nací en el Hospital San Alejandro.

¿A poco? Que bueno, ahora ya ese edificio ya no existe.

No, ya hay un nuevo edificio, está en construcción, próximo a inaugurarse.

Y fíjate que muchos poblanos de esta era han nacido ahí o nacieron ahí.

De hecho, sí, como que para la gente que quizá ubica un poco de lo que hago en Cicom, cuando se dio esa noticia, que me tocó todavía compartirlo con el auditorio, sí, quizá en algún punto era como decir, diablo, se va al hospital que ha marcado una generación, o varias generaciones.

Varias, varias.

Pero sí era como de, bueno, quizá pasas por algún punto y le dices a tu familia, mira, aquí me pasó esto, me encontré con tal persona.

Y el hospital para mí era como eso, quizá decirle a la siguiente generación, yo nací en ese hospital.

Sí, a ver, lo vas a seguir haciendo, aunque ya el edificio es totalmente distinto.

Fíjate, yo creo que pocas personas dimensionaban qué significaba el Hospital de San Alejandro, por la cantidad de quirófanos y por la cantidad de atención que le brindaban a las personas.

Estaba catalogado como el hospital más grande del país.