Dónde echar el curriculum para ir a la luna | Pausa, episodio 110 4lc4i

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Qué buenas preguntas hacéis, de verdad. Me fascina, ¿eh? Sí, la verdad es que yo me voy a ir a casa porque es mucho más interesante esta pausa que lo anterior.

Sin desmerecer.

No, no me ha quedado claro, Sara, me ha quedado claro.

Me voy a informar, me voy a informar, voy a preguntar a mis colegas astronautas de la NASA a ver si me dicen la respuesta y te la haré saber.

Si hubo un piedra, papel o tijera, que tampoco me extrañaría.

Hola, soy Marta García Ayer y vamos a hacer una pausa.

Una muy, muy lejana.

Con una exploradora que nos va a llevar tan lejos que a lo mejor llegamos a otro planeta.

Los humanos nunca hemos llegado a otro planeta.

Pero vamos a hablar con una de las primeras humanas que en el futuro, quién sabe, podría conseguirlo, podría llegar a otro planeta.

Porque hoy en pausa tenemos una astronauta.

Hay tantas preguntas que hacerle a una astronauta.

La primera de todas va a ser dónde hay que echar el currículum para ir a la Luna o a Marte o a dar una vuelta por la órbita terrestre.

¿Y qué comen los astronautas? ¿Cómo descomen? ¿Y cómo se está entrenando esta astronauta para ir al espacio? ¿Y qué es lo que más le fascina o le asusta del espacio exterior? ¿Qué hay que estudiar para ser astronauta? ¿Y para qué sirve que vaya gente al espacio? ¿Y para embarcarse en una nave espacial son más difíciles las pruebas físicas o las mentales? Bueno, pues ahora lo hablamos con ella.

Pero antes te voy a contar una historia.

La de una niña muy tímida, pero muy tímida, a la que le daba muchísimo miedo la oscuridad.

No le gustaba mucho jugar con otros niños, prefería estar con su madre o leyendo.

A veces iba a la ferretería para construirse sus propios juguetes con los que jugar ella sola.

De mayor, fantaseaba con ser ingeniera tal vez.

También le encantaba perderse en revistas de moda como Vogue, Telva o Marie Claire.

A lo mejor de mayor sería diseñadora de moda.

Pero como se pasaba los viernes fascinada viendo películas en el vídeo VHS de la familia, ¿y si se dedicaba al cine? Claro que también le encantaba estar en el huerto de su abuelo Eli entre calabacines, tomates y pimientos esperando a que las gallinas pusieran huevos.

A lo mejor de mayor iba a ser granjera.

Lo que seguro no quería ser de mayor era nada que tuviera que ver con la oscuridad.

Porque se moría de miedo cada vez que se apagaban las luces y se quedaba sola.

Temía que la pila de ropa de la silla fuera un alienígena que fuera a llevársela por la ventana.

Sin embargo, cuando esta niña leonesa salía a dar paseos por el monte, empezó a fascinarse con las formas geométricas que veía en el firmamento.

Empezó a soñar con ser exploradora.

La niña a la que le daba miedo quedarse sola en casa por la noche, se ha convertido hoy en exploradora de estrellas.

La niña que fingía estar enferma para saltarse clases de gimnasia, hoy se puede considerar una atleta.

Acaba de pasar una de las pruebas físicas más exigentes que se puede hacer en la Agencia Espacial Europea.

La niña a la que le daba miedo la oscuridad ahora es astronauta.

¡Bienvenida, Sara! ¡Qué maravilla! Estoy encantada, la verdad.

¿De verdad eras tan miedosa? Sí, era bastante miedosa.

Pero quizá también un poco por eso me fui forzando desde que era muy pequeña a ir mirando ese miedo a los ojos.

Es que no se me ocurre nada más oscuro que el espacio exterior.

Desde luego, a alguien que le tiene miedo a la oscuridad es la última frontera.

¿Y dónde hay que echar el currículum para ir a la Luna? Esto es lo más sorprendente de todo.

En una oferta de trabajo de una página de recursos humanos de una agencia espacial.

¿De verdad? ¿Es todo tan terrestre? Sí, para mí fue de las mayores sorpresas que me he llevado en todo este viaje, que empezó precisamente cuando se abrió esa oferta de trabajo.

Porque yo no me imaginaba algo tan mundano para algo tan extraordinario como es convertirte en astronauta.

O sea, que al final es verdad que hay que echar un currículum.

Hay que echar un currículum. Es verdad que es un currículum que tienes que trabajar.

Igual que una carta de motivación.

Es una aplicación que no es cuestión de dar un clic en LinkedIn.

Hay que trabajar siempre.