Del Pasillo de la Muerte al Pasillo Diplomático: El Caso Veloso y la Guerra Contra las Drogas en la ASEAN 2h3n2q

Bienvenidos a un nuevo episodio de Ecos de Asia.

Hoy exploramos la historia de Mary Jane Veloso, la mujer que estuvo a un paso de la ejecución en Indonesia y cuyo caso expone las tensiones entre justicia, política y diplomacia en el sudeste asiático.

¿Es la guerra contra las drogas una solución o solo un callejón sin salida? Quédense con nosotros para descubrirlo.

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Mary Jane Veloso, una ciudadana filipina condenada por tráfico de drogas en Indonesia en 2010, fue repatriada a Filipinas en diciembre de 2024.

Después de 14 años de encarcelamiento y de escapar por poco de la pena de muerte mediante fusilamiento, el futuro de Veloso sigue en el aire.

Mientras aumentan los llamamientos para que el presidente filipino, Bong Bong Marcos, le conceda el indulto, Veloso permanece detenida en un centro correccional para mujeres en la región capitalina de Manila mientras espera la decisión presidencial.

Este episodio resalta la necesidad de iniciativas a nivel regional para abordar el problema del tráfico transnacional de drogas.

Los gobiernos del sudeste asiático han adoptado una postura firme contra las drogas ilegales.

Indonesia y Filipinas, especialmente durante los mandatos de Joko Widodo, también conocido como Jokowi, y Rodrigo Duterte, aplicaron medidas severas contra el tráfico ilícito de drogas.

Indonesia impone la pena de muerte como disuasión para este tipo de delito.

18 delincuentes condenados, en su mayoría ciudadanos extranjeros, fueron ejecutados durante los primeros dos años de gobierno de Jokowi.

La guerra violenta contra las drogas de Duterte, por otro lado, fue responsable de más de 6,000 muertes en operaciones policiales antidrogas al final de su mandato.

En este contexto, Veloso quedó atrapada en la guerra entre los cárteles de la droga y las agencias encargadas de hacer cumplir la ley.

Las autoridades indonesias arrestaron a Veloso en 2010 cuando encontraron heroína en su maleta al llegar al aeropuerto de Yogyakarta.

Posteriormente, fue juzgada por tráfico de drogas.

Sin embargo, su juicio estuvo plagado de irregularidades.

Los procedimientos judiciales se llevaron a cabo en Bahasa y se tradujeron al inglés, un idioma que Veloso no dominaba completamente.

Su defensa estuvo a cargo de un abogado asignado por el tribunal y no elegido por ella.

Durante todo el proceso, Veloso sostuvo su inocencia.

Afirmó que una comadre llamada Christine le había dado la maleta donde se encontró la heroína y la había utilizado como mula de drogas.

Finalmente, las autoridades judiciales indonesias condenaron a Veloso y la sentenciaron a muerte.

El día de su ejecución, se le concedió un indulto de última hora después de que las autoridades filipinas informaran al gobierno indonesio que la presunta reclutadora de Veloso se había entregado.

Se necesitaron varios años de negociaciones entre Filipinas e Indonesia antes de que se finalizara un acuerdo de repatriación en diciembre de 2024.

El caso de Veloso pone de manifiesto los desafíos