Dando Caña | 06/05/25 4g412n

España entra en apagones, danas y caos ferroviario. Mientras tanto, el gobierno busca culpables fuera.

El último episodio en la red ferroviaria española, que ha dejado varados a más de 10.000 pasajeros durante horas en trenes de alta velocidad, ha puesto de nuevo en el centro del debate la fiabilidad del sistema de infraestructuras de ese país.

La Línea Madrid-Sevilla, ya lo saben, una de las más importantes de DAVE, quedó colapsada el domingo tras un robo de cable que el ministro de Transportes no ha dudado en calificar como sabotaje. Una palabra que no ha sido casual.

La han repetido después otros del Ejecutivo como si se tratara de una consigna cuidadosamente escogida.

Pero más allá de la etiqueta que se quiera poner al incidente, lo cierto es que los trenes estuvieron parados hasta 12 horas y que miles de viajeros se quedaron atrapados sin información clara hasta bien entrada la madrugada.

El servicio se fue recomponiendo lentamente, con retrasos, y hoy ha arrancado con cierta normalidad.

Aunque el daño, una vez más, ya está hecho.

El posible ciberataque del que se habló tras el gran apagón es ahora el sabotaje de la red ferroviaria.

En palabras del propio Ejecutivo, del propio Óscar Puente.

En ambos casos, el Gobierno señala hacia una supuesta mano negra que estaría operando con fines políticos.

Y en estos dos casos, la oposición acusa al Ejecutivo de desviar la atención y evitar asumir responsabilidades.

Y lo cierto es que España también arrastra un problema estructural que pasa por el estado de sus infraestructuras.

Sea por un descarrilamiento, por una catenaria rota o por un robo de cobre, el sistema ferroviario parece vivir al borde del colapso.

En 2023, fíjense en estos datos, Renfe registró 353.000 reclamaciones, es decir, un 87% más que en el año 2019.

Y pagó más de 42 millones de euros en indemnizaciones por retrasos.

En lugar de reforzar entonces esa confianza del , la compañía optó en julio de 2024 por endurecer su política de devoluciones.

Ahora, para recibir una compensación del 50%, el retraso debe superar la hora y solo si se rebasa la hora y media se devuelve el importe íntegro del billete.

Una decisión difícil de explicar en un contexto de crisis de servicio.

A todo esto se suman los fallos técnicos de los nuevos trenes abril, anunciados como una revolución en la alta velocidad.

Desde su llegada en primavera, la mitad de las unidades entregadas han sufrido incidencias.

Y mientras tanto, continúan esas obras interminables en estaciones como Chamartín, que se ha convertido en una suerte de campo de pruebas de la paciencia ciudadana.

En anteriores crisis ferroviarias, Puente pidió comprensión y paciencia para tratar de solucionar los problemas.

Los problemas que persisten, los hechos que se imponen al discurso.

Y lo cierto es que entre riadas, apagones y caos ferroviario, España empieza a mostrar síntomas que recuerdan a aquellos países que hace años protagonizaban titulares por cosas similares por su inestabilidad.

Países de los que miles de ciudadanos huyeron buscando precisamente en España una vida más segura, más previsible y más estable.

Hoy, algunos de esos ciudadanos miran con asombro como los problemas que les hicieron marcharse empiezan a aparecer poco a poco en el lugar al que llegaron.

Arrancamos este martes día 6 de mayo aquí en Dando Caña, recordando que en el Santoral del día de hoy celebramos San Lucio y San Evencio.

Muchísimos asuntos encima de la mesa, así que quédense con nosotros a lo largo de estas dos horas en Dando Caña con la noticia más inmediata de este momento.

Veamos precisamente lo que ha sucedido en Alemania con esa votación en la que el candidato no ha logrado los votos suficientes para lograr salir investido como canciller del país germano.

Contaba con 328 votos la coalición, solo ha obtenido 300, le faltaban 310, disculpen, le han faltado de forma sorprendente 18 votos.

¿Qué pasa ahora? Pues se abre un periodo de 14 días donde vuelve a someterse a una votación y si no resulta elegido pues tiene que ser otro candidato o incluso podríamos estar hablando de un escenario de repetición electoral en Alemania.

Enseguida les comentamos todos los detalles y hablaremos de muchos más asuntos.

Comenzamos saludando a don Julio Ariza, muy buenos días.

Buenos días, yo recuerdo aquellos tiempos en los que iraba a los alemanes, pero ya se me pasó ya, ya se me ha pasado.

Ya cuando he comprobado lo que han sido capaces de hacer con el tema energético en Europa o lo que acaban de hacer ahora mismo, lo que llaman la inteligencia alemana.

La inteligencia alemana ha sido capaz de decir que hay un partido político que es de extrema derecha y que por tanto hay que prácticamente ilegalizarlo.

Bueno, pues bien, ya sabemos que es lo que fueron capaces de hacer en el 14 y en el 20.