El crimen de Cascabelitos - 066# 1b3p13

Escúchame, cierra tus ojos pronto, alguien está en la ventana, o llamando a la puerta, o quizás no, se oyen ruidos en casa, ¿escuchaste?, ¿hay alguien a tu lado?, la silenciosa noche todo esconde, ¿está cerca?, ¿qué se rompe en el alma de un hombre para llegar a matar?, ¿qué ha ocurrido en su corazón para cruzar los límites del tabú ancestral?, ¿qué lo ha conducido al Día de Autos? Les habla Francisco José Fernández Cruz Sequera y les doy la bienvenida a este programa en el que cada viernes recorremos la naturaleza del crimen y del criminal. Comenzamos.

Buenas noches y bienvenidos a un nuevo programa del Día de Autos. En el libro memorialístico Habíamos ganado la guerra, de Esther Tusquets, explica la autora que la guerra civil no la perdieron todos los españoles. Unos la habían ganado, y lo sabían, y otros la habían perdido y no se les iba a permitir que lo ignoraran ni lo olvidaran. Y no nos confundamos, vencer muchos, pero ganar, ganaron solo unos pocos, los de siempre.

La burguesía acomodada catalana que apoyó la sublevación contra la república primero con los separatistas de Compens y más tarde con los militares que terminaron por ganar la guerra, no pasó penurias, y disfrutó de la nueva situación que reverdecía antiguas desigualdades, eternizando unos privilegios que, al menos en parte, condujeron a la sociedad española a aquel conflicto que todos querían olvidar y algunos hacerse perdonar.

Y un magnífico retrato de la Barcelona de entonces es la pripecia vital de Cascavelitos, Carmen Broto. En su vida, y mucho más en su muerte, se cumple de forma fiel aquel viejo principio de que todas las sociedades matan según viven y según piensan. Toda muerte es un retrato de una sociedad y de su tiempo, y el crimen de Cascavelitos nos lo pone de manifiesto. Acompáñenme y escuchemos la narración.

¿Quién puede matar a un niño? Es el título del quinto volumen de la colección de El Día de Autos, por cuyas páginas desfilan curas, madres, depravados sexuales, niñeras y, quién sabe, si hasta asesinatos con un trasfondo político, mostrándonos el mundo de horror en el que muchos niños viven cada día, aunque por su inocencia y corta edad no sean conscientes del mismo.

En un tiempo en el que se ha creado un ambiente social desde los medios de comunicación que exageran, ocultan o minimizan muchos de estos asesinatos, consideramos que hay que hacer justicia a los niños olvidados, a los que no convienen, a los que se olvide intencionadamente desde el fanatismo, y hemos decidido escribir este libro en su memoria, porque como el asesinato de un niño desafía al más elemental sentido del humano, conviene responder a la pregunta de ¿Quién puede matar a un niño?, porque tiene una respuesta mucho más amplia de lo que, en principio, podemos llegar a imaginar.

¿Quién puede matar a un niño? Historias de asesinos de niños.

De Francisco José Fernández Cruz Sequera. A la venta en Amazon.