China fabrica su futuro, Trump y Xi calibran su encuentro, y Corea del Sur se parte en dos: tensiones en alza 5s93s

Siempre nos dicen que vivimos en una época de cambios, pero la verdad es que algunos cambios llegan como un huracán y otros como un tren que lleva años anunciando su llegada.

China está a punto de adelantar a Occidente.

En manufactura inteligente, Trump y Xi juegan al gato y al ratón con una cumbre que nunca termina de concretarse.

Y en Corea del Sur, la política ha dejado de ser un asunto de instituciones para volverse un espectáculo callejero.

Mientras tanto, el resto del mundo observa, esperando a ver quién mueve la ficha que desestabiliza el tablero.

Hoy en Ecos de Asia te explicamos qué está pasando, qué puede venir después y, sobre todo, por qué deberías prestarle atención.

Cien días después de la declaración de la ley marcial el 3 de diciembre, las divisiones políticas en Corea del Sur se han intensificado debido al juicio de destitución del presidente Yun Soo-kyo.

El 11 de marzo, el opositor Partido Democrático de Corea lanzó una protesta callejera a gran escala, instalando carpas en Gwanghwamun, en el centro de Seúl, para exigir la destitución de Yun.

Mientras tanto, legisladores del gobernante partido del Poder Popular, en particular aquellos leales a Yun, iniciaron una manifestación de relevo las 24 horas frente al Tribunal Constitucional, pidiendo la anulación del proceso de destitución.

A pesar de los crecientes llamados públicos a la unidad y al respeto por la decisión del Tribunal, los críticos argumentan que ambas partes están avivando la división nacional mediante una escalada de protestas en las calles.

El Partido Democrático de Corea, junto con grupos progresistas más pequeños como el Partido de Innovación Nacional, comenzó su protesta con un plantón en Gwanghwamun, donde los legisladores realizan concentraciones nocturnas y discursos en cadena.

Los diputados Park Su-yoon, Min Yong-bae y Kim Jun-yook, junto con el legislador del Partido Progresista Yun Jong-ho, todos defensores de la destitución de Yun, iniciaron una huelga de hambre en la carpa de protesta.

Mientras tanto, los legisladores del Partido Democrático de Corea Park Hong-bae, Kim Moon-soo y Jin Jin-sook, se raparon la cabeza frente a la Asamblea Nacional en un acto simbólico de desafío.

El 12 de marzo, toda la bancada del Partido Democrático de Corea planea marchar desde Yeouido hasta Gwanghwamun.

«Haremos lo que sea necesario para defender la democracia», declaró el líder parlamentario del partido, Park Chan-dae.

En respuesta, legisladores afines a Yun del Partido del Poder Popular organizaron su protesta de relevo frente al Tribunal Constitucional.

«Anular la destitución es la única manera de restaurar la normalidad y reconstruir el orden legal del país», afirmó el diputado Jun Sang-hyun.

Los legisladores Kim Seon-kyo, Park Dae-chul y Jang Dong-hyuk también se comprometieron a unirse a las manifestaciones.

Las crecientes protestas callejeras ocurren mientras el Tribunal Constitucional se prepara para emitir su fallo, en medio de especulaciones de que la posible liberación de Yun podría influir en el veredicto.

Manifestaciones rivales estallaron en toda Seúl.

El grupo del pastor conservador Jeon Kwang-hoon comenzó a ocupar tres carriles viales cerca de la estación de Anguk para realizar una vigilia nocturna contra la destitución desde el lunes.

Mientras tanto, grupos a favor de la destitución continuaron con huelgas de hambre y protestas nocturnas en Gwanghwamun.

El conflicto también se ha extendido a los campus universitarios.