Chema de la Cierva y Michael Boor sobre los delitos de odio 1c6664

Hola, buenas, soy Chema de la Cierva y estoy con Michael Borg, ¿qué tal Michael? Bien, muy bien, encantado de estar aquí contigo.

Muy bien, creo que se nos escucha bien, ¿tú oyes todo bien por ahí? Sí, sí, ¿puedo dar las gracias a Juanjo por dejarnos el sitio para grabar? Sí, claro, yo también.

Quería dar las gracias y también antes de empezar, si no te importa, quería decir que me ha hecho mucha ilusión conocerte, que tenía ya ganas, y darte las gracias por todo lo que haces y demás.

Y también quería tener un recuerdo pequeño, porque esto es una casualidad, pero es verdad que yo he leído mucho los libros de su padre, de don Ricardo, y en la casa de mis padres y mis abuelos había libros de tu padre por todas partes.

O sea, que he leído un montón.

Incluso una vez me encontré un libro en un autobús y era también de tu padre.

Pues fíjate.

El Tercer Templo, muy bueno también.

Sí, que ya tiene un recuerdo con él, porque es una persona muy erudita, que mucha gente me ha preguntado donde he aprendido tantas cosas y demás, pues ha sido leyendo, más que nada.

Y una gran parte de lo que he leído, sobre todo de la historia de España, ha sido de tu padre.

Y lo primero que he empezado a leer un poco de Oriente Medio, de todos esos follones que ha habido en el siglo XX y demás, ha sido ese libro que me encontré en ese autobús.

O sea, que tu padre ha sido una persona muy influyente para mí.

Aunque no parezca que...

Claro, he leído mucho.

Bueno, no lo suficiente, pero...

Y uno de ellos, de los que más he leído, ha sido tu padre.

Bueno, pues me alegro un montón.

Muchas gracias.

Pues ya que estamos dándoles gracias, quisiera agradecer a todas las personas de mi canal de YouTube que a través de una colecta que hicimos hace un mes aproximadamente, pusieron dinero de manera desinteresada para este micrófono, este cable, este soporte, estos auriculares que tienes puestos.

Y poder estar aquí con buen sonido, con el mejor sonido que seamos capaces de conseguir.

Ya que este tema de la ley de delitos de odio, es un tema que merece la pena captarlo de manera audiovisual con la mayor calidad para intentar llegar al mayor número de personas.

Y bueno, ya sin más, si te parece bien, también comentarte que es un placer conocerte en persona.

Gracias.

Y nada, pues vamos a empezar.

Miguel, vamos a empezar.

Tú tienes pendiente una querella, creo que una querella criminal, por el tema de la ley de delitos de odio.

¿Quién se ha querellado contra ti? Bueno, un lobby.

Hay un lobby.

Es que claro, lo de los delitos de odio ahora lo desganaremos más.

Toda la mafia que hay detrás, en toda regla.

Una mafia política, que no por eso es menos mafia, es más mafia.

Como decía uno de los lugartenientes de Pablo Escobar, no es que la mafia ha dañado a la política colombiana, es que la política colombiana dañó a la mafia colombiana.

O sea, aunque parezca mentira, los políticos son peores que el crimen organizado.

Son el verdadero crimen organizado.

Y además son los que hacen las leyes.

Entonces, como te puedo suponer, quien hace la ley hace la trampa.

Y esta gentuza ha hecho unas leyes muy buenas, muy buenas para sus intereses, no para los nuestros.

Todas estas leyes del CSI, los delitos de odio, toda la morraya que nos están metiendo en nuestra cara, además.

La violencia de género...

Todo eso no es para defender a ningún grupo de nada.

Memoria democrática...

Efectivamente, no les importa una mierda a las víctimas de nada.

A tu padre, por ejemplo, que lo he leído mucho en el tema de la guerra civil, es que me hace gracia porque parece que los que no conmulgamos con ello somos unos ultras que vamos a volver a las cunetas y a esas tonterías.

Los primeros que estuvieron llenando cunetas son los que están haciendo ahora, los herederos de los que están haciendo todas estas leyes, los mismos.

Entonces, no creo yo que tengan ninguna autoridad moral esta gentuza genocida, para decirnos a los demás no ya solo lo que tenemos que hacer, sino hasta lo que tenemos que pensar.

Son delitos de pensamiento, son delitos de opinión.

Y ellos son los árbitros, los criminales, los corruptos que están todos los días con choriceos y con mierdas.

Son los políticos.

Y, por supuesto, el jefe del Estado, hoy es jefe, son políticos también.

No pueden estar aparte de todo lo que está pasando, por más que algunos se empeñen.

Las leyes de los políticos las firma el Borbón.

Las firma una persona que no es inocente de todo lo que está pasando.

Eso también hay que decirlo, porque aquí parece que esta persona va por libre.