Charlamos con RAÚL RUIZ sobre la épica Copa del Rey del Numancia y El Día Después g2c

Bueno, pues ya estamos una semana más en el Bigote de Abadía y hoy con un programa muy especial ya que tenemos un invitado que además de futbolista es hombre de fútbol, pero no de ese fútbol que nos gusta, del fútbol de barrio, del fútbol de pueblo, el fútbol humilde en lo económico pero grande en valores. Programa muy especial. Así que nada, lo que os decimos siempre, sentaos, estad atentos y abrid bien los oídos porque lo que viene por delante merece la pena.

Raúl Ruiz, bienvenido al Bigote de Abadía. Muy buenas noches, Diego, ¿cómo estamos? Pues muy bien y mucho mejor ahora que estás con nosotros. Teníamos un montonazo de ganas de hablar contigo, lo bueno se hace esperar y por fin te tenemos aquí, así que un auténtico placer, Raúl.

Pues lo mismo digo y además el Bigote de Abadía lo veo mucho porque voy a los groños y estoy con él.

Es lo que tengo que decir, lo primero que tengo que preguntar es cómo se siente siendo tan cercano a Agustín de repente entrar en el Bigote de Abadía que suena un poco raro. Fíjate, cuando fuimos allí a verle a la tienda de quesos que fuimos y tal y estuvimos tomando un café con él y grabamos un poco la entrevista y demás, lo que pasa que había mascarilla en esa época y no se le veía el bigote, que fue un poco faena.

Pero bueno, estuvimos hablando con él y una de las cosas que salía es, oye, vamos a hablar con Agustín, le vamos a decir que somos del Bigote de Abadía, puede que no le sienta del todo bien, es una opción que había y nos dijo, joder, siendo de Santander, ¿cómo no le pusisteis al programa el Bigote de Desayuno? Tenía razón en parte, un mítico también.

Pero bueno, oye Raúl, que sepas que la entrevista la hemos publicado en historias ya ayer y demás, ha tenido mucha acogida, mucho cariño, nos han dejado comentarios muy agradables hacia ti y fíjate, el primero viene de alguien que conoces tú, como es el Rafa Guerrero, que nos dice que no cambies nunca, que eres una persona irable y que felicidades.

Joder, es que Rafa ha tenido la suerte de grabarle varias veces a Rafa, porque además él tenía un hijo, un chico que trajo del Sahara, Saharaui, de acogida y demás, y estuve en los campamentos refugiados saharauis y estuve con Rafa en su pueblo, bueno, a Rafa le tengo un cariño muy especial también.

Sí, pasó también en su momento, pero luego a Tevadero lo pasamos en grande con él.

Sí, claro.

El fútbol desde dentro muy bien.

No os cuento cuando hizo, que eso fui a grabarlo, que era buenísimo, hizo un spot publicitario de un coche que le secuestraban, que hacían como que le secuestraban para que, y la frase era, para que no estropeara el fútbol, ¿no? Sí.

El gran Rafa Guerrero, y él se enfadaba y dice, no, estropear no, interrumpir en todo caso, y se lo llevaban en la furgoneta esa.

Sí, yo me acuerdo del spot, pero yo creo que no le sacamos el tema, Raúl. Y luego también ha habido un comentario muy especial, que además nos lo ha dejado un audio, te lo voy a poner y nos cuentas tú, porque además te dejo una pregunta, el cabrito de él. Te lo pongo.

Bueno, yo a Raúl le quiero mucho y además podríamos ser hermanos porque compartimos apellidos, no es el caso, no estamos en el libro de familia, pero estamos en el libro de la vida.

Y yo quería que os contara, allá por 2005-2006 en el programa aquel que hacíamos maravilloso Maracaná, él en una performance que hacíamos ahí bailando y tal, pasándolo muy bien, dejó que me atropellara un camión y salí vivo de milagro. Raúl, contarle, contarle.

¡Qué fenómeno, Antoñito Ruiz! Sí, sí, es que no somos hermanos, podríamos serlo por apellidos, pero como si lo fuésemos, porque quedamos, hablamos, tenemos un cariño muy especial desde siempre, desde antes de que ya estaba en la serie.

Después, cuando entramos a trabajar, bueno, él entró en Maracaná, que fue un año que se interrumpió, el día después hicimos un programa que se llamaba Maracaná con Paco González, ¿os acordáis? Que había gogos, había tal. Entonces, hicimos una escena que era, lo que no sé es a qué venía, cuento de algo de fútbol, pero no sé a qué venía, cuento.

Estábamos como en un parking, ahí en Tres Cantos, y trajeaos, Antoñito y yo, con traje, tal, ahí, y venían unas chicas ahí como desafiantes y tal, como bailando, y se ponían, que eran las gogos, y se ponían a bailar ahí delante nuestro, y nosotros ahí sorprendidos, y entonces nosotros pues hacíamos así también, como desafiándolas a ellas, otros bailes, otros pasos de baile, y Antoñito se adelantaba unos metros, y está con ellos.