Cementerio de Animales - Cap. 54 vo5q

El miedo no siempre es malo, a veces es una advertencia.
De ti depende salir corriendo o adentrarte en las sombras
y tratar de entender por qué asusta a lo desconocido.
Somos Marta y Gemma Fontana y visitamos lugares malditos
tratando de conocer sus historias.
¿Nos acompañas?
Antes tenemos una noticia buena y una mala.
La buena es que la muerte puede bailar.
La mala es que busca pareja de baile.
¿Me concedes este baile?
Hola, ¿qué tal? Yo soy Marta, o Martillo, como queráis,
y estoy aquí con mi hermana.
Según las pruebas arqueológicas,
el primer animal que domesticó el hombre fue el ganso.
Hará unos 20.000 años.
Después el lobo, o el reno,
hay ahí un intríngulis,
el carnero, la oveja, la cabra, el cerdo, la gallina, la vaca...
En principio serían para alimentarnos,
para vestirnos con sus pieles,
para que nos ayudaran en el trabajo y en el transporte.
En muchos aspectos los animales siguen siendo eso,
pero en algún momento algunas especies
se convirtieron en algo más,
en amigos, en compañeras,
en parte de nuestro día a día
y como parte de nuestras familias.
Soy Gemma, y todos los que hayáis convivido con animales,
cualquier especie, sabréis a qué me refiero.
Como se dice popularmente,
y a veces parece que solo les falta hablar.
Bien, me dijiste.
Esto está en la Quinta Forca.
Este autobús nos acaba de dejar
a las afueras de Turrellas del Llobregat,
una pequeña población del Ba Llobregat.
Estará a unos 17 kilómetros de Barcelona.
Y ahora que toca caminata y adentrarse por la montaña, ¿no?
Pues sí, mira, es aquel camino de ahí adelante.
Casi 40 minutos que tenemos de subida.
Primero por una pista forestal
y después por una carretera no muy transitada.
A ver, vamos preparadas con calzado adecuado,
nada de chancletas,
con víveres en la mochila
para pasar el día de expedición.
Que a mi hermana, ¿eh?
Mi hermana se ha emperrao en visitar
el cementerio de mascotas.
Y aquí estamos, ya en ruta.
Y Gemma, tengo ganas de verlo,
pero no puedo evitar sentir cierta tristeza
al pensar en ese lugar.
En realidad, preferiría haber ido a Cataluña en miniatura,
que también está en esta misma población
y me parece que es más divertido.
Al igual un poco más, sí.
Es un parque temático con maquetas de monumentos
y paisajes de Cataluña, puede ser divertido.
Hace muchos años que no voy, creo que fui con el cole.
Y yo no he ido nunca.
Yo me fui con las monjas, imagínate.
Pero mi hermana se ha empeñado en ir al cementerio de mascotas,
así que parece que no hay marcha atrás.
Hace años que escuché un reportaje
en la radio y me pasé la media hora
que debió durar aquel reportaje
con lágrimas en los ojos.
Pero debe ser un lugar muy emotivo,
está en plena naturaleza
y será bonito.
Sí que será un lugar especial, no me cabe la menor duda.
Y como amantes de los animales,
pues es que me imagino
esa mezcla de emociones profundas
y sentimientos que transitarán ese paraje
y esas lápidas.
Si no he leído mal, son unos 3.000 animales
los que reposan en este cementerio.
La mayoría son perros, también hay gatos,
pero hay muchas otras especies.
Conejos, serpientes, iguanas, loros...
La historia de cómo se creó
este cementerio es muy bonita.
Sí, la que es hoy la gerente.