Capítulo 69: Jon 116l27

John las resonaban día y noche yo no recordaba la última vez que había dormido cuando cerraba los ojos soñaba con la batalla cuando despertaba combatía hasta en la torre del rey suya el incesante teñido del bronce la piedra y era cerrado al morder la madera sonaba aún más alto cuando intentaba descansar en el cobertizos situado encima del muro mans tenía también alma venas así como larga sierras con dientes de hueso y personal en una ocasión mientras se hundían un sueño extenuada se produjo un tremendo crujido en el bosque encantado y un árbol centinelas se derrumbó en una nube de polvo y agujas cuando fue buscarlo estaba despierto metido bajo un montón de pieles sobre el suelo del cobertizos los no dijo buen sacudiendo lo por el hombro y amanece les dio la mano a john y lo ayudó a incorporarse había otros despertando se empujando se mutuamente mientras se ponían las botas y aprovechaban los cinturones de las espadas en el mínimo espacio del cobertizos nadie hablaba estaban demasiado agotados para hablar muy pocos de ellos se ven siquiera alejado del muro en aquellos días subir y bajar en la jaula llevaba demasiado tiempo el castillo negro había quedado en manos del maestro raymond ser winton esta out y otros pocos hombres demasiado viejo su enfermos para combatir tuve un sueño el venía dijo gwen con alegría el maestre y mono enviaban cuervo y el rey robert venía con todos sus ejércitos señal que veía sus estandartes dorados sería un espectáculo muy bien recibido le dijo john obligando a sonreír haciendo caso omiso de latigazo de dolor de la pierna se echó una capa negra de piel por encima de los hombros tomó la muleta y salió el muro para enfrentarse a un nuevo día una ráfaga de viento le recorrido con tentáculos de hielo y largo cabello castaño a mis pasos el norte los campamentos de los salvajes despertaban sus hogueras lanzaban lengua asume antes que la habían el pálidos cielo de la aurora a lo largo del borde del bosque se veían sus tiendas de campaña de cuero y pieles y hasta una vasta edificación de troncos y ramas entre tejidas al este se veían filas de caballos al oeste mamuts y por doquier había hombres que afirmaban espadas ponían puntas lanzas vastas o preparaban armaduras rudimentaria con pieles huesos y cuernos sabía que por cada hombre que bella se escondían muchos más entre los árboles la espesura les ofrecía cierta protección ante los elementos y los ocultaba de los ojos y los odiados cuervos los arqueros salvajes ya estaban avanzando cubiertos por los manteles redondos que empujaban ahí vienen nuestras flechas para el desayuno anuncio pipa alegremente tal como hacía cada mañana que suerte que se lo pueda tomar la broma pensó john al menos que da a alguien con humor tres días antes una de aquellas flechas para el desayuno había alcanzado a alinear el rojo de paliza entró en una pierna todavía se puede haber su cadáver en la base del muro si uno se atrevía a sumarse lo suficiente yo pensaba que para ello ellos será mejor sonreír ante la broma de pip que meditar sobre el cadáver de ing los manteles serán escudos de madera con amplitud suficiente para que se escondieron detrás cinco arqueros el pueblo libre los arqueros los empujaron tanto como se atrevieron y a continuación se haga echaron detrás para apuntar con sus flechas a través de ranuras de la madera la primera vez que los salvajes lo sacaron john había pedido flechas de fuego y había logrado incendiar media docena pero después de aquello mans comenzó a cubrir los manteles con pieles sin curtidos así ni todas las flechas en llamas el mundo los habrían hecho arder incluso los hermanos comenzaron a apostar cual de los centinelas de paja recibiría más flechazo antes de que acabarán con ellos en el pene así va la cabeza con cuatro pero o del arco y c tom versión y cual del lago largo tenían tres por cabeza había sido idea de pib comenzar a bautizar los señuelos con los nombres de los hermanos perdidos así parece que somos más dijo que somos más con flechas en la panza se quejó green pero como aquello parecía elevar la moral de sus hermanos john dejó siguieran con el juego de los nombres y las apuestas al borde del muro había un ornamentador ojo mírense de bronce que ser guía sobre tres patas largas y finas el maestro lo había usado tiempo atrás para mirar a las estrellas antes de que los ojos le fallarán yo una punto del tubo hacia abajo para ver mejor a los adversarios incluso a aquella distancia era inconfundible la enorme tienda de campaña blanca demás reiter confeccionada con piel deseosos de las nieves las lentes miriam se acercaban lo suficiente a los salvajes para