Capítulo 3: La Concepción - El Libro de la Virgen del Carmen - V. M. Samael Aun Weor - Audiolibro 👼 1q4u22

Capítulo tres la concepción en el templo de jerusalén treinta y tres varones sacerdotes de la tribu de leví josé el padre de jesús de nazaret era uno de los treinta y tres ancianos del templo de salomón después de la anunciación el sumo sacerdote ordenó que todos los treinta y tres sacerdotes del templo depositaran sus varas detrás del altar y se dispuso que aquella vara que amaneciera florecida sería la del esposo de maría cada uno de los sacerdotes uno a uno en orden sucesivo fueron colocando sus varas detrás del altar el último que debía colocar su vara fue el sacerdote josé pero ese se resistía a la orden del sumo sacerdote alegando su avanzada empero tuvo que obedecer la orden y depositó su vara detrás del altar al otro día muy de mañana fueron los sacerdotes al altar para recoger sus varas y cuánta no sería su sorpresa al hallar la vara de josé toda florecida así fue como se designó a josé por esposo a maría y la virgen del carmen sacada del templo y depositada en la casa de un ciudadano honorable de jerusalén para aguardar la hora de la concepción el ángel gabriel escogió día y hora en que los esposos verificaron el acto sexual como sacrificio en el altar del matrimonio para brindarle el cuerpo al divino redentor del mundo maría fue virgen antes del parto en el parto y despues del parto porque era virgen del alma y por la concepción se verificó por obra es decir por orden y gracia del espíritu santo el acto sexual cuando desordenado por ángel engendra hijos por obra y gracia del espíritu santo el acto sexual para los puros es puro y para los impuros es impuro cuando nosotros miramos el acto sexual con un josé ángel es angélico empero cuando lo miramos con ojos de malicia es demoníaco cuando se verifica el acto sexual por orden de ángel el santo pero cuando se verifica el acto sexual por orden del diablo es satánico maría no tuvo dolor en el parto porque concibió su hijo por obra y gracia del espíritu santo y todos los esposos y esposas del mundo podrían imitar a maría y a josé concibiendo sus hijos por obra y gracia del espíritu santo no fornicando esa es la clave maravillosa que permitirá que nazcan niños inteligentes y llenos de belleza lo importante es saber abstenerse y orar al espíritu santo diariamente y a su santo ángel gabriel para qué ensueños nos haga partícipes de la anunciación y entonces el ángel del señor revelará sueños el día y la hora en que los esposos puedan verificar el acto sagrado de la fecundación esta concepción del espíritu santo convertir a cada hogar en un paraíso y desaparecerán los desencantos amorosos y habrá felicidad toda oración al ángel gabriel se hará así jehová de los ejércitos si te dignas es mirar la aflicción de su sierva y te acordarás de mí y no te olvidarás de tu sierva mas dieres a tu sierva un hijo varón yo lo dedicaré a jehová todos los días de su vida y no subirá navaja sobre su cabeza versículo once capítulo uno samuel