Capítulo 29: El Saqueador 2m5hb

El creador los tambores tiene ritmo de combate cuando la prueba de la victoria de hierro como si fuera un ariete avanzaba vendiendo las turbulentas aguas verdes y como es pequeño estaba dando la vuelta sus remos en día en el mar en sus estandartes un deban rosas en la prueba y en la popa rosas de plata sobre un campo de culés en la cima del más tildado una rosa de google sobre un campo de grenoble verde como la hierba la victoria de hierro chocó contra su borda con tal fuerza que la mitad del grupo de abordaje cayó rodando los remos crujir un incesto hallaron música para los oídos el capitán salto la regala y cayó en la cubierta con la capa dorada hundiendo su espalda las rosas blancas retrocedieron cuando los hombres vieron una victoria un grillo y con armas y armaduras el rostro oculto tras el yelmo del kraken llevaban espadas lanza si acaso pero nueve de cada diez iban sin armadura y el décimo llevaba sólo una cota de la más cositas no son hombres el hierro pensó victoria tienen miedo de ahogarse vayamos por el ordene un hombre estas solo vengan refugio el vengan a matarme si pueden los guerreros de las rosas y le acercaron con el acero gris en las manos y el terror en los ojos su miedo era tan fragantes que evitar y un sentía su sabor en la lengua atacó a diestra y siniestra al primer hombre le cortó el brazo la altura del codo al segundo le atravesó el hombro el tercero clavo y laca en la madera hablando de pino del escudo de becario que lo es tampoco entra la cara del muy idiota y lo derribó y lo mató cuando intentaba levantarse mientras tratamos de sacar el hd entre las costillas del muerto una lanza lo pincho entre los homo platos fue como si le dieran un palmadita en la espalda victoria un se volvió y le asestó alan ser un hachazo en la cabeza sintió el impacto en el brazo cuando la otra vez o yelmo pelo y cráneo el hombre se tambaleó un instante hasta que el capitán del hierro o la hoja y el cadáver cayó despertado encubierta con más aspecto de borracho que de muerto sus hijos del hierro ya lo habían seguido la cubierta del barco luego hoy la ungido de gol fue una oreja cuando puso manos a la obra divisor racc país con su cota de malla oxidada vivan o hotel barbero que lanza baila girando por los aires para acertar a un hombre en el pecho victoria mató a un enemigo más y luego a otro habría matado a un tercero pero no se le adelantó buen golpe le gritó se volvió para buscar a la siguiente víctima para soacha y en aquel momento divisó al otro capitán en la cubierta llevaba el cubo un blanco salpicado de sangre y vísceras pero se distinguía el plazo en el pecho la rosa blanca en el escudo rojo llevaba el mismo dibujo en el escudo sobre campo de plata compostura creen helada tú le gritó el capitán del hierro el medio de la carnicería el de la rosa el señor del escudo del sur el otro se levantó el visor para mostrar un rostro la campiña su hijo y heredero ser tal vez ser y quién eres tú kraken muerte victoria un se lanzó contra el ser y se dispuso recibirlo su espada larga y buen hacer o forjado en castillo y el joven caballero la hizo cantar primero lanzó un golpe bajo que dictar un desvío con el alza el segundo lo cierto en el yelmo antes de que tuviera tiempo de levantar el escudo el capitán del hierro respondió con una casa horizontal y el escudo de ser y corto la trayectoria saltaron astillas de madera y la rosa blanca se rajó con un delicioso crujido la espada larga del joven caballero lo cierto en el muslo una vez y dos y tres chirriado contra el acero muchacho es rápido advirtió el capitán del hierro están por el escudo en el rostro de ser y con lo que lo mando tambaleándose contra la regala vicario levantó y laca y descargo todo su peso en el golpe para bajar al muchacho del cuello la entrepierna pero ser y robo para esquivarlo el hacha se clavó en la baranda las pastillas madera salieron volando y cuando trato de arrancar la no pudo la cubierta se movió bajo sus pies y cayó sobre una rodilla ser tal vertido a un lado el escudo roto y lanzó un tajo desde arriba con la espada larga aunque a dictar un célebre ha desplazado el escudo con la caída detuvo la hoja de ser y con un puño de hierro las lamas de hacer o crujieron y una punzada de dolor lo hizo crujir pero hectárea un resistió también soy rápido muchacho dijo al tiempo que le arrancaba la espada de la mano y la tiraba al mar cierta alberta abrió los ojos desmesurada mente mi espada