
Capítulo 1. Todo lo que no sé de mí. Raquel Valle 2f3s73
Descripción de Capítulo 1. Todo lo que no sé de mí. Raquel Valle cu5s
Ya está disponible la novela romántico emprendedora de Raquel Valle, Todo lo que no sé de mí en audiolibro, bajo la propia voz de la autora. 665g1d
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Capítulo uno esa niña se va a ahogar la playa enteras había puesto modo alerta cuando decidí quitarme el flotador y tirarme al agua mi padre me observaba asombrado desde la orilla siendo protagonista de uno de mis logros personales tras dos veranos enseñándome a nadar me cansé de colocar me nuevamente aquel plástico la barriga y decidí debutar en solitario la próxima vez avísame no quiero que te pase nada lucía mi padre me cogía en brazos envuelta en la toalla de playa como si de un burrito mexicano se tratase ernesto no sé qué vamos a hacer con esta niña el cigarro se consumía a gran velocidad entre los labios de mi madre intentando calmar su nivel de ansiedad en el mes de diciembre de mil novecientos ochenta y nueve nací en la ciudad de procida una isla napolitana formada por lava playas azabaches y ahogado sendero mi madre quería llevarme olaya no tanto por su significado griego sino por su amor incondicional a las olas y a la playa en la que alguna vez había sido inmensamente feliz para inmortalizarlo se había tatuado un ancla en su tobillo derecho trazando con tinta en su propia piel su necesidad de ser libre y aferrada al mismo tiempo aunque realmente se había anclado en una vida que no la hacía feliz mi infancia estaba hecha de pedacitos de felicidad alojada en aquellos días de verano en la que duran nte las tardes reinaba el salitre tanto proceda como yo éramos conocidas por nuestra alegría y color dentro de una familia que se reducía en una escala de grises éramos por imposición una generación de médicos por lo que no se esperaba de mí otra cosa que continuar con una tradición marcada por una educación conservadora y severa era un misterio descifrar de dónde había surgido mi vena artística con la puesta de sol las notas musicales comenzaban a emerger e inundar las fiestas del pueblo mientras yo creo mi propio escenario y actuaba como telonera en el patio frontal de mi casa componía mi propia escaleta perfectamente organizada y sincronizada como si se tratase de la programación de ánimo ción de un hotel entre el postre y la sobremesa cuando las manecillas del reloj no habían llegado a marcar aún las nueve en punto me preparaba en el backstage lista para salir a brillar con el show de tina turner que yo misma había coreografiado era mi momento el momento de poner al desnudo mi alma ante una familia a la que le costaba arrancarle un aplauso al final de cada nota entre micrófonos disfraces y desfiles de moda volvía a aparecer la verdadera lucía todos tenían claro que iba en el camino correcto a convertirme en la oveja negra de la familia y yo tenía la certeza de que el negro pegaba con todo así transcurrían los tres meses de verano en mi ciudad natal que se despedían con los últimos rayos del sol de septiembre y un doble giro de llave el cierre de la puerta principal anunciaba la vuelta al cole volvió a tocar tierra a la realidad infértil situada en nuestra casa de nápoles donde vivía vamos el resto del año durante el viaje de vuelta la música sonaba a todo volumen en el foro escort de la época un coche de cinco plazas donde encajamos los seis de la familia como piezas de tetris dos horas de trayecto amenizado por los clásicos de eros ramazzotti el calor y el olor a ambientador de pino cuánto tarda el ferry le preguntaba a mi madre como si fuese la primera vez que recobres riamos ese trayecto todos los años lo mismo ya sabes que el barco de procida nápoles tarda una hora luego dependiendo del tráfico que nos encontremos de camino a casa estimo que llegaremos antes de las nueve lucía recuerda que mañana empieza el colegio y hay que madrugar nada de tele mi madre miraba con intensidad el reloj intentando ejercer el poder de crono sobre él yo por mi parte prefería mirar desde el retrovisor el asiento trasero dejando el verano atrás y recordando los buenos momentos la playa a mis amigas y todos los espectáculos con las que debute cada noche pero también todos los sets que gane a mi hermano y a sus amigos del pueblo cuando me dijeron que el tenis no era un deporte para niña
Comentarios de Capítulo 1. Todo lo que no sé de mí. Raquel Valle 4y1lr