
Descripción de El buey mudo 08/02/2025 3j5i61
Programa divulgativo de la doctrina social de la Iglesia y del pensamiento político tradicional a través de análisis de la actualidad. 285b1o
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Hay libros que marcan un antes y un después en la vida de uno.
Y últimamente he leído uno de esos libros.
¿Qué libro es? se preguntarán. Ejecutoria, una idolgía del espíritu. Autor
Enrique García Máyquez. Es un libro que merece mucho la pena
porque es un libro que va al meollo
de lo que necesita nuestra sociedad para regenerarse.
Hemos dicho muchas veces que vivimos en una sociedad fruto de la modernidad.
De esa modernidad que saben que en este programa consideramos enemiga.
Porque la modernidad no es más que la construcción de un mundo al margen de
Dios. Un mundo en el que ni Dios cuenta.
Y los tres principios sobre los que basa esa modernidad son los principios de
libertad, igualdad y fraternidad. Tres principios que tomados en serio y con
corrección son buenos principios. Pero que la modernidad tergiversa y por
tanto convierne en muy negativos. El primero la libertad. Ya saben que para la
modernidad la libertad es sinónimo del libertinaje. No hay una libertad ligada
a la verdad. En el caso de la fraternidad
ya vieron cómo la aplicaron desde la revolución sa que eliminó a
cualquier disidente, siguiendo luego por todas las ideologías que han surgido
desde el siglo desde el final del 18, 19 y 20 que han sido ideologías asesinas. Y
es una fraternidad siempre con el que compra los dogmas de la modernidad.
Pero con aquel que no compra esos dogmas la fraternidad se convierte en
aniquilación. Y finalmente el otro gran dogma es la igualdad. Pero la igualdad no
de tratar a todos por igual cuando se dan las mismas circunstancias, sino el
igualitarismo, la tabla rasa. Y eso ya saben ustedes que sólo provoca la
igualdad por abajo y por tanto fomenta la degradación de las sociedades. Este
libro ejecutoria una hidalguía del espíritu toca el punto clave o nuclear
de nuestra sociedad. Hay que acabar con esa falsa idea del igualitarismo. Bien a
tratar a todos igual cuando se dan las mismas circunstancias.
La igualdad de todos ante la ley. No a tratar de equiparar cosas que son
distintas. No a tratar de intentar tratar igual al vago
que al hacendoso. Al listo que al que no tiene ideas. Al esforzado que al vago. Al
padre de familia que al que no es padre de familia. A la familia numerosa
respecto de la que no es numerosa. ¿Y por qué digo esto? Porque la hidalguía
del espíritu nos habla de élites. Nos habla de diferencia. Y eso es
prácticamente hoy algo inaceptable para nuestro mundo. Pero la realidad es que
nuestra sociedad y todas las sociedades necesitan élites. Élites que sean
ejemplares. Élites que eleven el tono. Élites que puedan servir de ejemplo para
que el conjunto de la sociedad crezca y avanza. Y obviamente cuando hablamos de
élites las hay económicas porque tienen mayor capacidad para el desarrollo de
los negocios. Las hay sociales porque tienen mayor capacidad para tener un
comportamiento social pues más mejor digamos más elevado. Culturales porque
aumentan el nivel intelectual de una sociedad.
Intelectuales porque son capaces de generar nuevas ideas. Hay multitud de
élites y todas son necesarias.
Pero todas deben compartir un aspecto. Y eso lo marca muy bien
Enrique García Máyquez. Y ese es el núcleo de su libro que es la nobleza de
espíritu. La nobleza de espíritu es aquel comportamiento del que busca
la virtud. Del que quiere ser un hombre virtuoso. Y nos explica muy bien Enrique
García Máyquez que no hay que ser
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