Basura digital: claves para gestionar bien los datos y reducir la huella digital 3h5n56

¿Acumulamos tantos datos digitales que estamos generando un problema? Yo creo que sí, porque es verdad que nuestras vidas, en parte, se han convertido en digitales y tenemos que aprender a gestionar toda esta información.

Futuro Sostenible, un podcast de BBVA, con Tete Andrés.

Enviar e-mails a un compañero, fotografías a la familia por WhatsApp o almacenar archivos en la nube se ha convertido en una práctica habitual. Algunos de estos datos son importantes para nosotros, pero otra parte son irrelevantes. ¿Cómo podemos gestionar la huella digital? De la mano del Ingeniero en Telecomunicaciones y Director de Ingeniería de Google Cloud Iberia, Javier Martínez, vamos a resolver todas estas dudas. Bienvenido a Futuro Sostenible.

Muchas gracias.

Javier, como punto de partida, escuchamos hablar de huella digital, basura digital y legado digital. Explícame qué hay detrás de esos tres conceptos.

Yo creo que somos conscientes de que al final generamos un montón de información. Probablemente el móvil que llevamos todos en el bolsillo, que tenemos media vida ahí metida, es uno de esos grandes generadores, porque nos llegan mensajes, mandamos mensajes, tomamos fotos.

Intercambiamos memes.

Memes, vídeos. Los vídeos son peligrosísimos, ocupan un montón. Entonces, vamos acumulando un montón de información. Esa huella digital es todos esos datos, toda esa información que vamos generando. Y evidentemente hay parte de esos datos que no nos interesan para nada, que son esa basura que se va acumulando. Pero claro, también hay datos que son muy importantes.

Yo lo llamo el legado digital, que es al final, oye, las cosas que quieres mantener. Yo pienso en las fotos de mis hijos y para mí son un tesoro. Y evidentemente antes teníamos esos álbumes en papel y ahora hay que poner los mecanismos para guardar toda esa información y asegurarnos que va a seguir ahí durante muchos años.

O documentos importantes que antes archivábamos y guardábamos en formato papel y que ahora al final los tenemos en la nube.

Efectivamente. Escrituras, facturas. ¿Cuántas veces te ha pasado que dices, oye, quiero reclamar la garantía y, ostras, que ya no me acuerdo.

¿Dónde estará, no? No sé dónde lo he guardado.

La televisión de hace dos años, ¿dónde está esa factura? ¿Dónde se acumula toda esta basura digital? Toda la información normalmente a día de hoy la guardamos en la nube. Yo precisamente trabajo en Google Cloud, que somos uno de los proveedores de nube, y al final todo esto son servidores, son ordenadores y hay miles de ellos, donde lo que hacemos es albergar toda esa información.

Está la alternativa de guardarlo en casa, de tener un ordenador o tener un disco duro y guardar la información debajo de tu mesa. Ahí hay que ser un poco consciente, tener una estrategia de qué haces con la información y, si hablamos sobre todo de la información importante, dónde la guardas y cómo la guardas. Porque si lo tienes en un disco duro y los discos duros se rompen todos, no va a durar.

No sabes dónde tienes el disco duro, ¿no? O se te pierde, o pierdes la contraseña, que también hay casos famosos al respecto.

Pero, claro, si esa información dentro de diez años no va a ser accesible y eran esas fotos que tanto quieres guardar, pues vas a tener un problema, ¿no? Entonces yo siempre digo que hay que, por lo menos, tener dos copias de todo. Y lo normal yo, de hecho, lo que guardo es tres copias de todo lo que me importa.

Pues nos quedamos con ese dato de las tres copias para evitar que lo importante se pierda, ¿no? Y además que es mucho más accesible, evidentemente, si lo tenemos en un sitio como la nube. ¿Qué huella de carbono digital puede generar anualmente este tipo de información? No medimos huella como tal porque, de hecho, en Google lo que hacemos nos preocupa mucho la sostenibilidad y lo que hacemos es tener emisiones neutras de carbono. Es decir, que compensamos todo el carbono y, de hecho, firmamos todos los acuerdos de compra de energía.

Toda la energía que utilizan nuestros centros de datos que alimentan esa nube de la que estábamos hablando, pues se utilizan fuentes renovables de energía, ¿no? Aquí en España, por ejemplo, pues tenemos un proyecto en Toro, es una planta solar que ayudamos a financiar y compramos la energía para alimentar nuestros centros de datos.

¿Energía renovable? Es energía renovable, con lo cual no hablamos de huella de carbono porque es cero en efectivo.

Lo que pasa es que efectivamente sí que hay un coste energético, ¿no? Entonces hay que ser conscientes de que, oye, almacenar información tiene un coste energético y que también se traduce en un coste económico, ¿no? Porque cuando vamos a un proveedor de nube y vamos a aplicar información, pues en muchos casos tenemos una primera tierra, lo llamamos una primera capa, que es gratuito, un poquito de información, pero cuando tu volumen de información crece, y los vídeos aquí son lo peor, tienes muchas fotos, tienes muchos vídeos, tienes muchos memes, pues tienes que empezar a pagar por ello, ¿no? Y esto al final es trasladar el coste que tiene todo esto y toda la energía de todos los servidores que hacen falta a un servicio que estamos dando, ¿no? Entonces el coste yo creo que ya nos pone un poco ahí el límite y la sensibilidad a todos.

¿Quiénes generan la mayor huella digital? ¿Somos los ciudadanos en nuestro día a día? Yo creo que es responsabilidad de todos, ¿no? Porque las empresas también estamos generando un montón de información y, de hecho, en una sociedad que se está digitalizando en todos los planos, ¿no? Pues lo vemos realmente en facetas que antes ni nos pensábamos. Pensar un coche, por ejemplo, ¿no? Un coche a diario.