Amigos con derechos 4wl4i

Mmm, así sí. Digo, bienvenidos a Sexosección, donde el tamaño no importa, pero el tema sí.

Prepárate para lo que siempre quisiste escuchar, pero no te atrevías a preguntar.

Sexosección. Ahora, vamos a la acción.

Esta semana en mi Sexosección, el tema principal será si se pueden tener amigos con derechos, pero también sin drama. O sea, cómo tratar de jugar con fuego sin quemarte.

Pero la neta es que siempre terminamos chamuscados. El concepto de amigos con derechos suena increíble en teoría. Sexo sin compromiso, sin celos, sin drama.

Pero en la práctica, la neta, es más complicado que armar un mueble de Ikea, así sin instrucciones. Aquí te dejo un manual del sin compromiso.

Un manual que por supuesto nadie seguimos. Pero bueno, para que esto funcione, en teoría, se deben respetar estas reglas. Nada de celos. Ajá, sí, claro. Hasta que ves su historia con alguien más y te entra gastritis emocional. ¿A poco no nos pasa? No esperar llamadas ni mensajes fuera de la cama. Pero si no escribes en tres días, ya andas checando si sigue vivo o no.

Se supone que tampoco tenemos que hacer cosas como novios. Sin embargo, ya van dos veces que se quedan abrazaditos viendo Netflix y hasta discuten una serie que empiezan a ver juntos.

Y estas cosas que pasan y que se supone que no tendrían que pasar.

La realidad. Nadie sigue estas reglas al 100%. Uno de los dos o los dos terminan metiendo sentimientos. Y es ahí donde empieza a descomponerse el asunto.

Por ejemplo, aquí vienen las señales de cuando ya empezaste a meterte en líos.

Si te identificas con uno de estos puntos, ¡corre! Estás en la friendzone con beneficios sin salida. Estás muy cool acá con tu amiguito con derechos y de repente le dices, oye, no somos nada, pero ¿por qué estabas en línea y no me contestaste? O cosas como, ah, te extraño. O sea, no como pareja, pero te extraño. ¡Güey! Eso se llama ya una relación.

Obvio, puedes salir con quien tú quieras. Sólo que me dolerá un poquito. O sea, no un poquito. Esto de que me va a doler un poquito es igual a te va a aventar indirectas, más directas que cualquier otra cosa. Ya deberíamos tener nuestra canción, ¿no crees? ¿Para qué chingados quieres una canción si no somos nada? La línea entre free y relación fallida es delgada.

Una vez que la cruzas, no hay vuelta atrás. Así que pon atención en estos detalles.

¿Quién la riega primero? Siempre hay uno de los dos, o por supuesto tres, no sé los que estén involucrados, pero bueno, siempre hay uno que empieza a sentir de más.

Y generalmente es el que dijo que esto es sin compromisos. El que dijo esto va a ser así free, es el que empieza de maricón. Maricón en buenos términos, ¿no? Es sin ofender a nadie, ya saben.

Aquí los perfiles más comunes. El que se enamora en secreto. Dice que todo cool, pero ya tiene planeado cómo se van a casar en cinco años. Por ejemplo, el que se clava por orgullo.

No le gustabas tanto, pero cuando ve que te estás alejando, de repente sí quiere estar ahí contigo.

El que usa el free como periodo de prueba. Básicamente quería ser tu novio desde el principio, pero le dio miedo decírtelo. El que toma como experimento social.

Esto es un experimento social, bien, te vamos a hacer amigos con derechos y no sé qué, pero bueno, se mete en la dinámica, pero sólo para ver cómo acaba la historia, como si fuera una serie de Netflix. Ahora, si ya estás en estos asuntos y pues nada, quieres empezarlo y o más bien cómo terminar esto, te voy a poner un spoiler.

Casi siempre sale mal.

Caso 1. Uno se enamora, el otro no. Final con corazones rotos, indirectos en redes y un bueno gracias por todo. Caso 2. Se enamoran los dos, pero como nunca lo hablaron, uno asume que sigue siendo solo sexo y termina lastimando al otro. Este es un clásico.

Caso 3. Todo va bien hasta que uno de los dos conoce a alguien más. Se acabó la diversión, bienvenidos a la incomodidad. Caso 4. Milagrosamente terminan juntos y felices, pero como una historia de celos reprimidos, indirectos, pasadas y mínimo un berrinche épico de fondo. Pero entonces, ¿sirve o no sirve tener amigos con derechos? Depende de qué tanto te crees capaz de separar el sexo de las emociones. Y de qué tan rápido corres cuando ves que la cosa se empieza a poner rara. Así que te dejo una moraleja interesante que puedes reflexionar.

Si entras en este tipo de relaciones, recuerda que es como jugar con cuchillos. Puedes divertirte un rato, pero en algún momento alguien se va a cortar.