Aclarando más y mejor o5a2g

Bienvenidos a Aprendiendo GTD, un podcast sobre GTD, productividad y organización personal en el que os iremos contando de lo que vamos aprendiendo. Yo soy Pablo y yo soy Sergio y hace un año grabamos Luis y yo un episodio con un título muy parecido a este, ahora sí el espíritu era idéntico, aquel era incubando más y mejor y lo que analizábamos era, básicamente, por qué siendo GTD la productividad sin estrés, tan a menudo nos encontrábamos pues desbordados a la hora de gestionar las listas, porque se nos hacían enormes, eternas, bueno, lo que nos pasa continuamente. Bueno, pues sí, cuando tenemos las listas saturadas, cuando tenemos demasiadas siguientes acciones, pues surge una cierta desesperación, porque esto no funciona, básicamente.

Entonces, con frecuencia, pues, para afrontar el problema, pues, acabamos improvisando las típicas artimañas que cada cual tienen las suyas, pero que al final se parecen bastante y que nos hacen volver a trabajar, pues, como siempre. Cada cual vuelve a las costumbres que tenía antes, que es lo que en realidad, pues, se le hace cómodo, ¿vale? O, bueno, hay de todo en ese sentido, pero fundamentalmente lo que suele ocurrir es eso.

Volvemos a lo que estábamos haciendo antes. Había gente que lo hacía peor, había gente que lo hacía mejor, pero siempre había, pues, se supone que una cierta insatisfacción con el valor que nos aportaba lo que hacíamos, pues, porque, bueno, estamos buscando otra cosa, ¿no? Entonces, eso es lo que suele ocurrir.

Solemos caer ahí y volver a lo de antes.

Pues, vamos a dar nuestro punto de vista, seguro que tú más que yo, de cómo lo afrontamos. Bueno, hombre, los dos. ¿Qué te parece? A mí me parece muy bien. Además, es algo que, de forma muy recurrente, pues, suele suele aparecer en la comunidad, que es casi desde donde más nos alimentamos, ¿vale? El o más directo que solemos tener, y es algo que aparece con mucha frecuencia. Así que, bueno, al final, pues, esperamos que lo que vayamos a comentar hoy, pues, que sea útil para la gente que nos escuche.

Bueno, pues, de repente nos encontramos con una lista de estas que va creciendo, creciendo, creciendo, y cuando nos damos cuenta es inmanejable. 300 acciones, yo que sé, 100, 60, lo suficiente para sentirse desbordado. ¿Qué hacemos? Bueno, aparte de, una vez que caemos de la burra, tomar una tila, o entrar en depresión, o ese tipo de cosas. ¿Quieres darle o le doy...? Bueno, como quieras. Yo, yo, lo que tengo que decir... A ver, cuenta, venga.

Lo que tienes que decir yo, seguramente, te lo haya copiado de alguna vez, que ya lo dijiste. Pues, dale. A ver, yo lo primero, a mí me preocupa, sobre todo, sobre todo, entender por qué llego a esa situación, ¿no? A ver, porque yo creo que ponerle el típico remedio parche y seguir, pues, lo más probable es que nos saque del marrón temporalmente, pero luego volvamos a a caer en lo mismo, ¿no? De alguna manera.

Luego, ya, por tanto, entender que, cómo llegamos ahí y luego ya intentamos ponerle remedio. A ver, no hace mucho, tú decías que, o escribías, que una de las premisas de Mr. Allen era aprender a decir que no, no. O sea, una barrera para que las cosas, por una parte, no entren en el sistema, o, si están en el sistema, que sólo se conviertan en compromiso cuando tengan que ser compromiso. Yo no sé si era eso lo que querías decir o era lo que decía el señor Allen o algo. Más o menos el resumen sería que querer hacer algo no es lo mismo que tener que hacer algo.