8X105 (31/03/25) Hay Alguien Ahí... y al concierto vamos juntos 1j3q56

Son las tres, las dos en Canarias.

¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Hoy, como mujer, me siento profundamente inquieta.

El pasado viernes 28 de marzo, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha decidido absolver a Dani Alves de las acusaciones de agresión sexual basándose en una falta de fiabilidad en el testimonio de la víctima.

Esta decisión no solo me parece injusta, sino que me deja una sensación amarga de cómo el sistema sigue fallando cuando se trata de creer a las mujeres.

La víctima, desde el principio, nunca cambió su versión.

Ha sido clara y coherente. No se ha desviado ni un milímetro de lo que vivió aquella noche.

Ella, como tantas otras mujeres en situaciones similares, siguió todos los protocolos.

No se duchó, no se cambió de ropa y fue directamente al hospital.

Los forenses confirmaron lo que su testimonio ya apuntaba.

Sufría un estado de shock y no había indicios de estar fingiendo.

No aceptó la oferta económica de Dani Alves, esos 150.000 euros que, por supuesto, no podían devolverle lo que había perdido.

No quiso dinero, solo quiso justicia.

Y, por otro lado, Dani Alves, el hombre que se encuentra en el centro de este caso, ha cambiado su versión una y otra vez.

Primero ni siquiera la reconoció. Luego itió haberla encontrado en la discoteca.

Más tarde habló de una afelación y, al final, terminó reconociendo la penetración.

Diez versiones en total del suceso.

Y, aun así, la duda está en la palabra de la víctima.

Lo que más me duele de todo esto es la sensación de que, una vez más, se pone en entredicho la palabra de una mujer.

Hoy no solo estamos hablando de un fallo judicial, estamos hablando de un mensaje claro.

No importa cuán coherente, valiente o firme seas, en algunos casos tu testimonio no vale lo suficiente.

Y esto es lo que no podemos permitir.

¿Qué le estamos enseñando a nuestras hijas? ¿Qué le estamos diciendo a las mujeres que sufren violencia sexual? Que si no tienen pruebas materiales o si el agresor tiene poder y recursos, sus voces pueden ser silenciadas.

Que si el agresor es famoso, si es un hombre influyente, la balanza puede inclinarse a su favor, a pesar de que las evidencias hablan en contra de él.

Hoy me duele porque sé que muchas mujeres, después de leer esta noticia, van a sentirse vacías, solas, desprotegidas.

Porque cada vez que una mujer se ve como una víctima, es puesta en duda.

Como su dolor es minimizado, se cuestiona si su propia experiencia será tomada en serio algún día.

Y eso es lo que no podemos dejar que siga ocurriendo.

Este fallo no es solo una derrota para una mujer que ha denunciado una agresión sexual.

Es una derrota para todas nosotras.

Pero no podemos callar.

Seguiremos luchando para que la voz de las víctimas sea escuchada.

Para que la justicia deje de ser una utopía y se convierta en una realidad para todas las mujeres que, como ellas, se enfrentan a un sistema que demasiadas veces las revictimiza.

Hoy más que nunca necesitamos que el mundo escuche, de verdad, a las mujeres.

Empezamos el programa de hoy como cada lunes, con Olinda Honorio en Piquito de Oro.

Después viene Kai Forteza en Kairós a hablarnos de un poco de mitología.

Y para terminar la primera hora vendrá Rodrigo Valiente en Mida a la Música.

Soy Violeta Cerro y ¿hay alguien ahí? ¿Sí? Pues comenzamos.