617/10. Libros envenenados. Almirante Byrd y la tierra hueca. El fin de la USAID. Ciclo anual de aries. 716m5o

Bienvenido al mundo de lo desconocido, ¿quieres viajar con el tren del insólito por las vías del misterio? Iniciamos una nueva andadura del lado del misterio, buscando el camino de la verdad.

Un programa que en algunos aspectos intencionados intentará cuando menos haceros pensar y sembrar algunas inquietudes en vuestras almas inquietas.

De la mano de un servidor esta noche iniciaremos mundo insólito radio con el escritor e investigador de la historia nómada, Fermín Mayorga Huertas.

Fermín nos hará un repaso por aquellos casos de libros proscritos y envenenados que se ponían en ciertas bibliotecas habitualmente religiosas con la intención de envenenar a todos aquellos que tenían la tentación de leerlos.

Fermín nos contará algunos de los casos reales de los libros envenenados que ha habido a lo largo y ancho de la historia.

Seguiremos el camino por el mundo de los tiempos modernos que vivimos dando la bienvenida al ingeniero informático Daniel García.

Daniel nos hablará del final de una agenda estadounidense independiente encargada de distribuir la mayor parte de la ayuda exterior, de carácter no militar.

Daniel nos hablará del fin de la agenda estadounidense conocida con el nombre de USAID.

Entraremos de lleno en la segunda parte del programa con el miembro de la Sociedad Nacional de Parapsicología Española, Miguel Navarro.

Navarro nos contará la historia del explorador aviador y contraalmirante Richard Berg y de cómo gracias a él, entre comillas, nació la teoría de la conspiración de la Tierra Hueca.

Y esta noche finalizaremos Mundo Insólito Radio viendo descender desde las oscuras frías alturas a nuestra bruja particular Conchavara.

Hoy, Concha.

Bien acompañada en su escoba voladora del ciclo anual del signo zodiacal.

De pistis.

Esperando y deseando que el programa sea de vuestro agrado, os habla Juan Carlos Baruca Hernández y esto es Mundo Insólito.

Mundo Insólito.

Bienvenido Fermín, ¿cómo estamos? Muy bien, estupendamente, ¿qué tal tú? Aquí andamos como siempre una vez más solos ante el peligro.

Hoy vamos a hablar, tú sabes que en todos los conventos de frailes habitualmente siempre tiene una grandísima y tremenda biblioteca.

Una biblioteca con grandes textos donde se manifiestan determinadas circunstancias que han pasado a lo largo de la historia.

Pero dentro de esos conventos, en algunos, había, por determinadas circunstancias que tú nos vas a explicar, unos libros envenenados.

Fermín.

Sí, esto es algo que parece que suena muy a película, pero sin embargo tiene su porqué.

Y a veces, bueno, pues la misma Inquisición para detectar en sus filas dentro de determinados conventos, saber si había frailes que estaban abrazando o acercándose a la biblioteca del convento para leer a lo mejor libros que se consideraban prohibidos en la época.

Pues libros de hechiceros, de alquimia, todo este tipo de movidas, pues era muy importante que a veces, bueno, las hojas de los libros, las primeras sobre todo, hundarse en determinados elementos para detectar si realmente esta persona o alguna persona del convento había estado cerca de esos libros para intentar llenar su mente de lo que allí estaba escrito.

Claro, algunos caían enfermos, otros morían debido al arsénico, por ejemplo, que le ponían en esas hojas, pero la realidad es que no solamente con arsénico, sino en épocas de peste, con el pus, el mismo pus de la propia peste en Sevilla, por ejemplo, hay documentación donde se habla de que también ponían este tipo de virus, digamos, en determinados libros para detectar y acabar con la vida de aquellos que realmente intentaban salirse de la línea establecida desde el punto de vista cristiano y católico.

De hecho, ahí estaban los famosos traductores malditos, que eran esos hombres que de alguna manera se dedicaban a traducir determinados libros y que a veces se les exigía que no fueran más allá de lo estrictamente que la Iglesia les había determinado que pusiese en sus escritos.

Y claro, esa maldición de los traductores malditos