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El Podcast de Marketing Online
2837. El estado de las membresías en 2025

2837. El estado de las membresías en 2025 233g5h

27/5/2025 · 23:57
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Descripción de 2837. El estado de las membresías en 2025 25581c

Hoy hablamos del estado actual (2025) y de la evolución de las membresías y hip sites en España. Pasado, presente y futuro. Pero antes, recordemos que en Boluda.com tenéis cursos para emprendedores, marketing online, desarrollo web, y todo lo que necesitáis para vuestro negocio online. Ayer empezamos el curso de NotebookLM, en el que vemos cómo utilizar esta herramienta para organizar, analizar y estructurar toda la información relevante de nuestros proyectos. Ahora sí, vamos al lío. Hoy hablamos de la evolución, actualidad y futuro de los hip sites o de las membresías en España. Al final del artículo tenés los enlaces a los distintos artículos y fuentes que menciono. Como ya sabemos, los sitios de membresía online son plataformas con contenido o servicios de exclusivo mediante suscripción recurrente. Estas se han consolidado en España en los últimos años. Sectores tan diversos como la educación, el entretenimiento, la salud o el software adoptan este modelo de negocio, donde los s pagan una cuota (mensual o anual) a cambio de contenido actualizado, utilidades o comunidad. A continuación, se presenta un informe detallado sobre su estado actual en España y la evolución histórica desde 2018, abarcando métricas clave y tendencias del mercado. Precios El precio medio de las suscripciones online en España varía según el sector, pero los estudios apuntan a un gasto promedio por servicio en torno a 18-20 € al mes. En conjunto, un suscriptor español gasta unos 720 € al año en suscripciones digitales, lo que equivale a 60 € mensuales distribuidos en varias membresías. Dado que en España cada consumidor tiene de media 3,2 suscripciones de contenidos, este gasto anual implica aproximadamente 18-19 € mensuales por suscripción individual. Para contextualizar, algunos rangos típicos de precios en 2024 por sector son: Entretenimiento: 5 € – 15 € al mes (ej. planes de Netflix, Disney+, etc., dependiendo de calidad y número de pantallas). Música: ~10 € al mes por servicios como Spotify o Apple Music (con planes familiares algo más costosos). Prensa: 4 € – 10 € al mes por suscripciones a periódicos o revistas online (los diarios generalistas suelen ubicarse alrededor de 5 € mensuales). Formación: 10 € – 30 € al mes en membresías educativas ( a cursos, plataformas de aprendizaje como academias virtuales). Software (SaaS): muy variable; por ejemplo, Microsoft 365 Personal ~7 € al mes, servicios profesionales de diseño o marketing pueden superar 30-50 € mensuales. En general, España muestra una disposición a pagar por contenidos online ligeramente superior a la media europea. De hecho, el gasto medio anual de 720 € es más alto que en países vecinos (Italia 600 €, Alemania 684 €) y solo por detrás de Francia (780 €) y Reino Unido (814 €) en Europa. Esto refleja un mercado cada vez más habituado a pagar por valor digital. Churn rate (tasa de bajas) El churn rate o tasa de cancelación (porcentaje de suscriptores que se dan de baja en un período) es una métrica crítica para los sitios de membresía. En España, al igual que globalmente, la tasa de abandono varía según el tipo de servicio: En entretenimiento (por ejemplo streaming de vídeo o música) se estima un churn medio de alrededor del 5-8% mensual. Es decir, cada mes cancelan entre un 5 y 8% de s, lo que anualizado supone en torno al 50% de bajas si no se reemplazaran por altas nuevas. Servicios líderes tienden a mejorar este promedio; por ejemplo, Netflix históricamente ha mantenido un churn más bajo (~2-3% mensual, reflejando alta fidelidad). En salud y fitness (apps de bienestar, entrenamiento online) el churn es más elevado, típicamente 7-10% mensual, señal de que muchos s abandonan tras unos meses de uso. En educación online o e-learning, la tasa de cancelación puede oscilar entre 8-12% mensual, influida a menudo por s que se dan de baja una vez completado un curso o por falta de tiempo para continuar. Los servicios SaaS profesionales suelen disfrutar de mayor retención, con churn más bajo (en torno a 4-6% al mes para pymes en software empresarial). Modelos de suscripción consolidados como telecomunicaciones o servicios financieros pueden bajar incluso al 1-2% mensual, gracias a contratos largos o alta necesidad del servicio. En el contexto de medios españoles, cabe destacar que las suscripciones a prensa digital muestran churn relativamente controlado. Por ejemplo, el diario El País reportó en 2025 una “tasa de bajas” del 2,4% mensual en su base de suscriptores (414.000 en ese momento), lo que indica que mensualmente solo un pequeño porcentaje de sus lectores de pago cancela su membresía. Estos niveles bajos (2-5% en medios informativos) contrastan con el dinamismo del streaming de entretenimiento, donde la posibilidad de alta y baja inmediata según el contenido de moda es mayor. Un churn mensual del 5% equivale a que, en promedio, un permanece unos 20 meses suscrito (1/0,05); con 10% de churn, la permanencia media baja a 10 meses. Por tanto, la duración media de un activo en sitios de membresía españoles suele rondar entre 1 y 2 años, con variaciones: en plataformas muy afianzadas o de uso diario (p. ej. Netflix, periódicos líderes) un suscriptor típico puede permanecer 2-3 años de media, mientras que en servicios de nicho o usos esporádicos la vida útil puede ser de solo 6-12 meses. Lograr retener al más allá del primer año es clave para elevar su lifetime value y rentabilizar el coste de adquisición. Motivos de cancelación más comunes Principales motivos para que los s españoles cancelen una suscripción de vídeo, según encuesta de Oliver Wyman 2024. Los factores de cancelación suelen converger en torno al valor percibido y el precio. Uso insuficiente o falta de tiempo: Muchos s cancelan simplemente porque dejan de utilizar el servicio con frecuencia. Por ejemplo, en formación online es común darse de baja si no se está siguiendo activamente los cursos. Demasiadas suscripciones simultáneas: Un segmento (~8% en España) las cancela porque tiene "demasiados pagos mensuales" a la vez, y busca recortar gastos. En épocas de inflación o ajuste económico, los s priorizan y eliminan servicios redundantes. Experiencia de mejorable: Factores como dificultades técnicas, interfaces poco amigables o mal servicio al cliente son citados por una minoría (~7%) como desencadenantes de baja. Aunque no son la causa principal para la mayoría, una plataforma con fallos o incómoda puede acelerar la decisión de cancelar de quienes ya dudaban por otras razones. Fin de una promoción o plan: Algunos s se dan de alta aprovechando ofertas temporales (p. ej. un mes gratis o plan con descuento) y cancelan al terminar la promoción (trial churn). Asimismo, si una compañía elimina un plan beneficioso (por ejemplo, un plan económico con anuncios, o una cuota anual ventajosa), ciertos suscriptores podrían no migrar a un plan superior y optar por irse – este factor de “desaparición del plan contratado” se observó en encuestas como una causa de cancelación especialmente en plataformas donde cambió la oferta de suscripción. Así pues, el valor por dinero es la balanza que determina la continuidad: cuando el contenido ofrecido deja de justificar el coste en la mente del , la cancelación se vuelve muy probable. Por eso las plataformas enfatizan constantemente añadir nuevo contenido, mejorar funcionalidades y ofrecer planes flexibles para retener a su base de . Lifetime Value La duración media de un en una membresía (también llamado tiempo de vida del cliente o customer lifetime) está directamente ligada al churn: a menor tasa de bajas, mayor tiempo permanece suscrito el cliente promedio. Como vimos, con churn mensuales típicos de 5-10%, un suscriptor medio permanece entre ~10 y 20 meses. No obstante, este promedio esconde amplias diferencias: Muchos servicios observan que un porcentaje significativo de s cancela en los primeros 3 meses (los llamados early churners). Por ejemplo, análisis de plataformas de streaming indican que casi la mitad de las bajas lo hace dentro de los primeros 3 meses de suscripción. Pasado ese primer filtro, la probabilidad de que el permanezca por un periodo largo aumenta. En el otro extremo, se hallan los s fieles que se mantienen por varios años. Netflix en mercados occidentales ha logrado retener suscriptores en promedio más de 2 años antes de cancelar, un indicador de alto engagement. En noticias, un suscriptor que supera el primer año tiende a quedarse al menos otro adicional, alcanzando a veces >3 años de permanencia (como refleja el churn del ~2% mensual en El País mencionado, que sugiere una vida media >40 meses). En términos monetarios, si el ticket medio ronda 15-20 € al mes y la duración media 12-18 meses, el valor de vida de un cliente típico de un hip site español puede estimarse en 180 € – 360 € antes de churn. Pero para aquellos que permanecen varios años, el LTV supera con creces esta cifra. Las empresas monitorizan de cerca esta métrica (LTV) frente al coste de adquisición (CAC), buscando que la primera multiplique varias veces al segundo. Modelos muy exitosos logran LTV altos gracias a baja rotación y upselling de planes anuales (que extienden la permanencia y aumentan el ingreso por ). En definitiva, retener al activo el mayor tiempo posible es esencial para la rentabilidad de los sitios de membresía. Cada mes adicional que un miembro permanece suscrito aumenta su contribución a ingresos recurrentes y mejora las métricas unitarias del negocio. Por ello, estrategias de fidelización (nuevo contenido, mejoras continuas, atención al cliente excelente, comunidad activa, etc.) están en el centro de estos modelos. Fuentes de captación de nuevos suscriptores La captación de suscriptores en España se logra mediante una combinación de canales de marketing y distribución. Los principales caminos por los que un nuevo miembro descubre y se suscribe a un servicio de membresía son: Canales directos online: Incluye la captación a través de la propia web o app de la plataforma mediante marketing digital. Aquí entran las campañas de publicidad online (anuncios en redes sociales, Google Ads, etc.), estrategias de SEO y contenido (para aparecer en búsquedas relevantes y atraer tráfico orgánico), presencia en redes sociales y otros medios propios. En la mayoría de casos, el canal directo representa la mayor parte de altas. Por ejemplo, alrededor del 59% de las suscripciones de vídeo en España se adquieren directamente en las plataformas por iniciativa del (buscando la web/app de Netflix, HBO, etc.). Los esfuerzos de branding y notoriedad de marca también influyen para que el acuda directamente a suscribirse cuando percibe el valor (por ejemplo, el boca-oreja sobre una serie popular lleva a muchos a "ir a Netflix" y suscribirse por sí mismos). Publicidad tradicional y medios: En algunos sectores, se emplean medios offline (TV, radio, prensa) para dar a conocer la suscripción, especialmente cuando se dirige a un público amplio. Un ejemplo son las campañas de lanzamiento de nuevas plataformas streaming en televisión, que han impulsado el conocimiento de servicios como Disney+ o DAZN, luego materializado en altas vía internet. Recomendaciones y boca a boca: Las referencias personales y recomendaciones siguen siendo poderosas. s satisfechos actúan como embajadores informales; de hecho, muchos sitios de membresía fomentan el word-of-mouth ofreciendo periodos de prueba para que más gente los conozca o incluso programas de referidos. Se estima que una proporción notable de nuevas altas proviene de haber conocido el servicio por opiniones de amigos, familiares o influencers que lo promocionan. Este canal es difícil de cuantificar, pero en encuestas suele aparecer como uno de los motivos por los cuales alguien decidió suscribirse. Afiliados y partnerships: Algunos negocios utilizan programas de afiliación, donde terceros (bloggers, comparadores, youtubers) recomiendan la suscripción a cambio de una comisión por cada alta. Esta fuente es común en productos de nicho o software, en que sitios especializados derivan tráfico cualificado. Asimismo, existen alianzas estratégicas: por ejemplo, bancos o aseguradoras ofreciendo meses gratis de servicios de bienestar a sus clientes (canal partner), o las propias empresas de telecomunicaciones integrando suscripciones en sus paquetes. Integración con operadores (bundling): En España destaca el papel de las telecomunicaciones en la distribución de suscripciones de entretenimiento. Cerca del 28% de los s de streaming contratan el servicio a través de su operador de telefonía/TV (Movistar, Vodafone, Orange…), en lugar de contratarlo directamente. Este porcentaje – el más alto de Europa – refleja que las telecos españolas han integrado Netflix, HBO Max, Disney+, etc., en sus ofertas convergentes, facilitando el alta (y a veces con descuentos o periodos incluidos). Por ejemplo, un cliente de Movistar Fusión puede tener Netflix como parte de su paquete, adquiriendo así la membresía indirectamente. Este súper bundling vía operadores se ha vuelto un canal clave de adquisición y crece en importancia. Un informe reciente resalta que los consumidores ven atractivo poder gestionar varias suscripciones en un solo lugar, tendencia que beneficia a estos agregadores: un 67% de los s españoles desearían una app única para gestionar todas sus suscripciones. Promociones y periodos de prueba: Aunque más táctico que un canal permanente, muchas altas se obtienen mediante pruebas gratuitas (free trials) u ofertas iniciales (primeros meses con altos descuentos). Este método incentiva a indecisos a probar la membresía, confiando en que un porcentaje se convertirá en suscriptor de pago continuo. En España, servicios como Amazon Prime popularizaron los 30 días gratis, y casi todas las plataformas han ofrecido algo similar en algún momento. Si bien algunas han reducido estas pruebas gratuitas recientemente, sigue siendo una herramienta de captación importante, especialmente para nuevos lanzamientos. En síntesis, las fuentes de nuevos combinan estrategias de marketing digital con alianzas comerciales. La venta directa online domina, pero en ciertos ámbitos (video, música) la distribución mediante terceros (operadores, bundles con otros servicios) ha cobrado relevancia. A medida que el mercado madura, las plataformas buscan diversificar sus canales de adquisición para llegar a públicos que no responden a la publicidad tradicional, optimizando cada vez más el recorrido del desde que conoce el servicio hasta que se suscribe (customer journey sencillo, sin fricciones en el proceso de alta). Crecimiento desde 2018 hasta 2025 El mercado de suscripciones online en España ha experimentado un fuerte crecimiento desde 2018, con algunas fases bien marcadas: 2018-2019: Arranque de la oleada de suscripciones. Aunque modelos como Netflix o Spotify ya llevaban unos años operando, hacia 2018 el concepto de pagar regularmente por contenidos online empezó a generalizarse. Para finales de 2018, Netflix contaba con unos 2 millones de suscriptores en España, Amazon Prime Video rondaba los 650.000, y HBO España cerca de 500.000. Sumando otras ofertas (p. ej. TV de pago online de operadoras), en 2018 solo unos pocos millones de españoles tenían suscripciones de streaming. En prensa, prácticamente ningún gran medio tenía aún muro de pago (El País y El Mundo lanzarían sus modelos en 2019-2020). El crecimiento existía, pero partiendo de una base baja. 2020-2021: Aceleración durante la pandemia. La llegada de nuevas plataformas y la COVID-19 disparó las suscripciones. Durante el confinamiento, los españoles contrataron más servicios para entretenerse, formarse o hacer ejercicio en casa, con lo que crecieron ostensiblemente las altas: en junio de 2021, un 36% de los ciudadanos declaraba tener más suscripciones que antes de la pandemia, con un gasto 11% mayor destinado a estos servicios. La penetración de vídeo streaming pasó de ~50% de la población a finales de 2020 a cerca de 70% en 2021. Nuevos actores como Disney+ (lanzado en 2020) alcanzaron millones de abonados en poco tiempo. También en 2020 varios diarios lanzaron sus muros de pago, iniciando una captación acelerada de suscriptores digitales de noticias. Este bienio fue de crecimiento explosivo: por ejemplo, Netflix duplicó con creces su base (de 2 millones en 2018 a ~4-5 millones en 2020), y los medios que estrenaron modelos freemium sumaron decenas de miles de suscriptores en meses. 2022-2023: Madurez y cierta desaceleración. Tras el boom pandémico, el mercado mostró signos de saturación en algunas categorías. Ya más del 80% de los españoles tenía al menos una suscripción online en 2023, situando a España en el podio mundial en adopción de streaming. El enfoque pasó de crecer en s a crecer en ingresos por . Muchas plataformas subieron precios o eliminaron promociones, asumiendo que quienes realmente valoran el servicio se quedarían. En efecto, los datos globales reflejan una ralentización: en EE.UU., las suscripciones de vídeo crecieron solo un 10% en 2023 frente al 21,6% en 2022, indicando que el ritmo ya no es tan vertiginoso. En España, aunque no hay una cifra única para todas las membresías, se vio un fenómeno similar de meseta en streaming y fitness digital. No obstante, sectores emergentes (p. ej. periódicos digitales) siguieron en alza porque partían de números más pequeños – El País alcanzó 414.000 suscriptores digitales en 2025 (13% más interanual), duplicando en pocos años a su inmediato competidor nacional. Es decir, unas ramas se estabilizan mientras otras continúan creciendo. 2024-2025: Consolidación y nuevos modelos. El último año ha estado marcado por ajustes estratégicos más que por grandes crecimientos de suscriptores. Muchas plataformas adoptaron medidas para maximizar ingresos: Netflix, por ejemplo, restringió la compartición de cuentas para convertir s pasivos en suscriptores de pago; también introdujo un plan con publicidad más barato para atraer públicos sensibles al precio. Aun así, el mercado no está saturado del todo: en video, un 27% de españoles aún no tiene ninguna suscripción (muchos de edad avanzada), representando terreno para crecer. Y entre los ya suscritos, un 33% planea adquirir algún servicio adicional. En el ámbito formativo y de software profesional, las suscripciones siguen ganando terreno a la compra puntual de productos. En resumen, el crecimiento en 2024-25 es más lento y segmentado, pero se espera que continúe de forma sostenida en segmentos específicos, apoyado en innovaciones de oferta. En cifras absolutas, el salto del periodo es notable. Solo en vídeo, Netflix pasó de ~2 millones de suscriptores en 2018 a cerca de 9,5 millones en 2024. Amazon Prime, Disney+, HBO Max y otros suman millones más. En música, Spotify y Apple Music superan los 5 millones de s de pago combinados en España. El número total de suscripciones online activas en el país (contando todas las plataformas) probablemente supera ya los 50 millones – lógicamente, muchas personas mantienen varias a la vez. Esto ilustra una transformación de hábitos de consumo: en pocos años se pasó de consumir mayoritariamente contenidos gratuitos (con publicidad) a un entorno donde gran parte de la población invierte regularmente en contenidos y servicios digitales. Penetración de mercado España es actualmente uno de los mercados líderes en consumo de suscripciones online. Diversas encuestas y análisis de consultoras confirman una alta penetración: Distribución de cuántas suscripciones de vídeo tienen los s en distintos países de Europa (Media Consumer Survey 2024). España destaca con un promedio de 1,7 suscripciones de vídeo por persona, de los más altos junto con Reino Unido. Alrededor de 3 de cada 4 españoles (73-83%) utilizan al menos una plataforma de suscripción online. En servicios de vídeo bajo demanda (SVOD), España lidera Europa con un 83% de encuestados suscritos a alguna plataforma. Si consideramos todas las categorías (video, música, prensa, software, etc.), fácilmente superamos el 80% de penetración en adultos con a internet. Dicho de otra forma, las membresías online han alcanzado a la mayoría de hogares conectados del país. España se sitúa así entre los países con mayor adopción a nivel mundial, solo comparable a mercados muy desarrollados como Estados Unidos (88%). No solo hay muchos s suscritos, sino que cada persona acumula varias membresías. En promedio, un consumidor español tenía 5,3 suscripciones digitales en 2023 (sumando video, música, noticias, etc.), la segunda cifra más alta de Europa. Focalizando en streaming de video, el medio en España paga por 1'5 plataformas de vídeo. En el segmento de jóvenes, los números son mayores: los menores de 25 años en Europa cuentan con una media de 8,2 suscripciones digitales (combinando entretenimiento, apps y gaming), y en España incluso los mayores de 45 años promedian casi 4 suscripciones cada uno. Estas cifras evidencian que la cesta de suscripciones se ha diversificado: un mismo individuo puede simultáneamente tener Netflix, Spotify, una app de meditación, y la suscripción a un diario, por ejemplo. Traducir la penetración a número de s implica considerar la población online. España tiene cerca de 43-44 millones de habitantes adultos con conexión a internet. Si ~80% de ellos son suscriptores de algo, estamos hablando de alrededor de 34 millones de personas con al menos una suscripción online de pago. Incluso siendo conservadores (pues pueden contarse solo mayores de cierta edad), fácilmente más de 30 millones de españoles son s de membresías digitales. En comparación, esta cifra supera la población total de muchos países europeos, lo que da idea del peso del mercado español en el contexto global de la suscripción. El entretenimiento audiovisual es la categoría con más suscriptores en términos absolutos (se estima >20 millones de españoles suscritos a alguna plataforma de vídeo o audio). Le sigue probablemente el comercio electrónico (Amazon Prime contaría con varios millones de en España, dada la popularidad de Amazon). Las apps de comunicaciones (ej. WhatsApp Business, iCloud de Apple para almacenamiento) y software también suman base amplia aunque a veces pasan inadvertidos como “suscripciones”. Por su parte, la prensa digital aún tiene un camino para acercarse a esos volúmenes (los suscriptores de noticias se cuentan en pocos cientos de miles por cabecera), y el e-learning está más fragmentado en nichos. En resumen, las membresías online han alcanzado gran parte del mercado español potencial. La familiaridad con el modelo de pago recurrente es alta en todas las franjas de edad menores a 65 años. Quedan bolsillos de no s (generalmente personas de mayor edad o con menor hábito digital) pero las nuevas generaciones incorporan de forma natural la suscripción como forma de acceder a productos y servicios. Tendencias actuales El ecosistema de hip sites no es estático; evoluciona con las preferencias de los consumidores y las estrategias de las empresas. En 2024-2025 destacan las siguientes tendencias en los modelos de suscripción en España: Modelos freemium y contenidos exclusivos: Muchas plataformas combinan contenido gratuito con capas de pago. Este enfoque freemium se ve en periódicos (lectura de unos artículos gratis, pero suscripción para ilimitado o artículos exclusivos), en software (versión gratuita básica vs. plan pro de pago), e incluso en entretenimiento (p. ej. servicios con plan gratuito con anuncios vs. sin anuncios). El objetivo es ampliar la base de s enganchar con una oferta gratuita y luego convertir a suscriptores ofreciendo valor añadido exclusivo (contenido original, funciones avanzadas, comunidad). Cada vez más servicios lanzan contenido para diferenciado: series propias en streaming, clases maestras solo para alumnos suscritos en e-learning, newsletters para suscriptores en medios, etc. El contenido exclusivo es la moneda de cambio para justificar la suscripción. Pago anual (y nuevas modalidades): Se ha consolidado la práctica de ofrecer suscripciones anuales con descuento frente al pago mensual. Esto incentiva el compromiso a largo plazo del (reduciendo churn) a cambio de un ahorro. Muchas membresías en España ya ven una parte importante de sus s optando por el plan anual (por ejemplo, un año de servicio por el coste de ~10 meses). Planes familiares o grupales: Compartir cuenta legalmente entre varios, como Spotify familiar o planes multi. Pausas de suscripción: Algunos servicios permiten congelar la cuenta uno o varios meses en lugar de cancelar, para evitar la baja definitiva. Micropagos complementarios dentro de la suscripción: Por ejemplo, Twitch tiene suscripciones base, pero los s pueden comprar extras puntuales. Estas opciones aportan flexibilidad, respondiendo a la demanda de poder personalizar cómo y cuándo pagar. Bundling y suscripciones todo en uno: Dada la saturación de ofertas, ha emergido la tendencia a agrupar servicios en paquetes. Los consumidores quieren simplicidad y valor: en lugar de gestionar 5 suscripciones separadas, prefieren 1 paquete que las incluya. En España lo vemos con las compañías de telecomunicaciones integrando varias plataformas en su oferta, o con Amazon Prime que combina envíos, Prime Video, música, etc., bajo una sola cuota. El término súper bundling hace referencia a estas suscripciones aglutinadoras. Estudios recientes señalan que un 58% de suscriptores europeos querrían una plataforma unificada para manejar todas sus suscripciones, porcentaje que sube a 67% en España. La respuesta del mercado son iniciativas como apps de gestión de suscripciones (en EEUU Verizon lanzó +Play, aquí Telefónica ha explorado Movistar Algo similar) y acuerdos entre empresas para vender combos (p. ej. banca que ofrece Netflix + Spotify con descuento a sus clientes ). El bundling apunta a reducir la fatiga de suscripciones del ofreciéndole conveniencia y potencial ahorro. Personalización y comunidad para fidelizar: Mantener suscriptores exige crear relaciones de valor. Las plataformas están invirtiendo en personalización extrema de la experiencia: recomendaciones de contenido basadas en gustos (el algoritmo de Spotify o Netflix afinando qué mostrar a cada ), comunicaciones segmentadas, y ofertas ajustadas al uso individual. Esto hace que el perciba más relevancia y esté más satisfecho. A la par, se fomenta el sentido de comunidad dentro de las membresías: grupos de s, foros exclusivos, eventos en vivo para suscriptores, interacción con creadores. Por ejemplo, muchos cursos online ofrecen a comunidades privadas donde alumnos y profesores conviven, y servicios de fitness digital crean retos colectivos entre sus . Esta comunidad añade un componente social que aumenta el apego y reduce la probabilidad de cancelación (el no paga solo por contenido, sino por pertenecer a un grupo). Las valoraciones y de la comunidad incluso ayudan a mejorar el servicio continuamente. Ajustes ante la saturación: Calidad sobre cantidad: En un mercado donde hay suscripciones para todo, los s se han vuelto más selectivos. Esto ha empujado a las empresas hacia una estrategia de calidad sobre cantidad. En vez de lanzar decenas de servicios nuevos, las que existen buscan ser imprescindibles. Vemos así inversiones fuertes en mejorar catálogo (las plataformas de streaming compiten en producir las mejores series/películas originales), en subir la calidad (streaming 4K, apps más rápidas) y en atender nichos específicos con profundidad (por ejemplo, una membresía de aprendizaje de idiomas que ofrezca tutorías, podcasts, videos y comunidad en ese nicho, volviéndose la opción más completa para quien le interese). Los modelos de suscripción menos viables o no rentables tienden a desaparecer o pivotar – se aprende que no todo es susceptible de sostener una membresía a largo plazo, a menos que logre encajar bien con las necesidades y hábitos del cliente. Nuevas verticales de suscripción: Finalmente, una tendencia es la expansión del modelo de suscripción a nuevos ámbitos. Además de los ya conocidos, surgen membresías en: alimentación (servicios de menús saludables periódicos), movilidad (alquiler de vehículos por suscripción mensual), bienestar y salud (apps de telemedicina con cuota, programas de nutrición), e incluso productos físicos mediante clubs de suscripción (las subscription boxes mensuales de productos). La frontera entre lo digital y lo físico se difumina con modelos híbridos – por ejemplo, Decathlon España lanzó hace poco un modelo de suscripción para alquiler de equipamiento deportivo, gestionado vía app. Esto indica que el consumidor español se ha familiarizado con la idea de “pago recurrente por uso/experiencia” y las empresas innovan aplicándolo en sectores tradicionales. En resumen, podemos decir que los hip sites en España han pasado de ser una novedad a convertirse en una parte fundamental de la economía digital y de los hábitos de consumo. Con una amplia adopción, las empresas ahora compiten por la atención, la fidelidad y el presupuesto recurrente de unos s exigentes. El precio medio de las suscripciones se mantiene en niveles asequibles con mucha oferta compitiendo; la retención se ha vuelto tan importante como la captación, dado el fenómeno de cancelaciones y re-suscripciones, y las tendencias apuntan hacia más personalización, integración de servicios y propuestas de valor más ricas para seguir haciendo de la suscripción una opción atractiva. España, de momento, encabeza la marcha en esta economía de la membresía dentro de Europa, con indicadores muy positivos tanto en número de s como en gasto, lo que augura que el modelo de suscripción seguirá evolucionando y asentándose aún más en los próximos años, a medida que nuevas generaciones entren al mercado y nuevas ideas de membresía cobren vida. Aquí os dejo las fuentes de todo lo comentado, por si queréis ampliar la información y aprender un poco más: Stripe: Guía de modelos de precios para suscripciones Stripe: Introducción al churn en modelos de suscripción Oliver Wyman: Factores de cancelación de suscripciones de vídeo en España hip Guide: Cómo desarrollar y hacer crecer una membresía Evoca Media: Dosier sobre las suscripciones como modelo de negocio PwC España: Informe sobre entretenimiento y medios 2024-2028 ONTSI: Estudio sobre compras online en España Como siempre, muchas gracias a todos por vuestras valoraciones de cinco estrellas en iTunes y Spotify, suscribiros a los cursos para emprendedores y por estar ahí, al otro lado. Como siempre digo, sin vosotros, esto no sería lo que es. Sin vosotros esto simplemente, no sería. Nos escuchamos mañana con más marketing online. Como siempre, a las 07:07. Hasta entonces… ¡Muy buenos días! 3sdf

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