2️⃣ - ¡Violados, Torturados y Asesinados! 💀 La Historia Real de los Cuentos Clásicos - T8x11 13524c

Con nosotros no hay finales felices porque los cuentos originales, desde luego los protagonistas, no acabaron muy bien. Aunque lo que yo siempre digo, si nos escuchas, es que te lo estás pasando de puta madre y quizá, y digo solo quizá, puedas aprender algo de nosotros. Así que bueno, si en todo caso, si es así, sigue escuchándonos porque vamos a continuar con la segunda parte de nuestro programa y vamos ahora a tratar el último cuento. ¿Y cuál es el último cuento? ¿Y tendrá moraleja este cuento? Pues vamos a averiguarlo. Vamos a hablar de El flautista de Amelín. La historia del flautista de Amelín. Seguro que muchos de vosotros ya la habréis escuchado y no tiene nada que ver con la versión Disney donde todos los niños vuelven a casa sanos y salvos y felices con sus padres. No, gente, no.

Aquí no hay tampoco un final feliz porque esta leyenda alemana, también recopilada por los hermanos Grimm, donde la trama se desarrolla en la ciudad del propio nombre de Amelín, que sufre una plaga de ratas y los habitantes, que están desesperados, ofrecen una recompensa a quien pueda liberarlos de estos bichos, de estos animales. Un día aparece un misterioso flautista vestido con ropas muy coloridas y ofrece sus servicios para liberar la ciudad o para liberar al pueblo de esta plaga de ratas.

Los aldeanos al principio obviamente dudan de este tío de dónde aparece. Nosotros llevamos intentándolo años, no hemos conseguido eliminar a estos bichos y de repente viene aquí un tío vestido con ropa muy rara. Bueno, al principio dudan pero acaban aceptando y es más, como dudan de que lo pueda llegar a conseguir, le prometen una generosa recompensa. Los propios aldeanos dicen que este es un charlatán, que no lo va a conseguir y le prometen una generosa recompensa si consigue librarles de las ratas.

Pues bien, el flautista comienza a tocar su flauta mágica y las ratas, que se llegan a estar hipnotizadas por la música de esta flauta mágica, pues lo siguen hasta el río Weser, donde se ahogan todas las ratas. Sin embargo, cuando el flautista regresa al pueblo para reclamar su recompensa, los aldeanos se niegan a pagarle. Porque claro, los aldeanos, recuerdo, que no creían que fuese capaz de hacerlo y entonces, claro, le habían prometido una serie de riquezas y una generosa recompensa que naturalmente luego al final no podían pagar.

Así que los aldeanos se niegan a pagarle, alegando además que el trabajo fue demasiado fácil. Es decir, encima con recochineo. Pues bien, obviamente el flautista se encabrona, como no podía ser de otra manera, y decide vengarse. Una noche, mientras los aldeanos están en la iglesia, el flautista regresa y comienza a tocar su flauta nuevamente. Esta vez, claro está, las ratas se han ahogado. No son las ratas las que lo siguen, sino los niños.

Hipnotizados por la música, los niños siguen al flautista fuera de Amelín, fuera del pueblo, y desaparecen para siempre. Según la leyenda, el flautista los lleva a una cueva en las montañas donde nunca más son vistos. Los aldeanos, arrepentidos, intentan encontrar a los niños, pero ya es demasiado tarde. La ciudad de Amelín queda marcada por la tragedia y la historia sirve como una advertencia sobre las consecuencias de la avaricia y la falta de honradez. Guillermo, tú dirás.

Pues este me gusta. Este sí que está basado en un evento real. De hecho, hay murales y demás. Creo que incluso hay un documental sobre el tema. Son todo teorías, ¿vale? Pero sí que hay una base en que la historia es real y, a partir de ahí, pues los hermanos Green lo modificaron en cuento de historia, pero creo que también se narraba oralmente y demás. El aprendizaje me cuesta entenderlo.

Yo te diría que sí que me quedaba muy claro los problemas de romper una promesa, pero claro, estamos hablando de que parece ser, o dice, mejor dicho, que puede ser una excusa de por qué desaparecieron los niños. Puede ser desde la peste, puede ser por la época, puede ser un reclutamiento para las cruzadas, puede ser una epidemia. Desde luego que lo de los niños desaparecieron o que hubo un descenso de la población, que supongo que serían los jóvenes, parece ser cierto. Y el cuento,