192 Un business angel, un holocausto paloma y un zorreo en el recreo. 4jl3h

Buenos días, chavales. Aquí está el boss.

Buenos días, Vicente. Buenas tardes, que son las doce.

Vengo de un funeral y soy el jefe, ¿vale? No tengo por qué darte explicaciones.

Pues será sardao, eso que es.

Esto es Vicente, un respeto.

¿Y qué haces con las cenizas de Vicente? Javi, el huevón, que me ha dicho que me haga cargo de la última voluntad de su padre, que él no tenía tiempo.

¿Y cuál fue la última voluntad de Vicente? Pues no lo sé, porque no lo dejo escrito.

¿Y su testamento, Vicente? Que va, le daba pereza.

Menudo marrón.

Perdona, para mí es un honor. ¿Quién lo va a hacer? Si no, mente fría, desaparecido, con la muñeca hinchable.

El pelucho, fugao, con la fisio.

Leo, estrellao.

Y Vicente, infartao.

Soy el último león.

Bueno, yo también soy un león, ¿no? Tú eres un sopla, pollas.

No estoy de acuerdo.

Qué triste morir solo, ¿no? Que va, sentado delante de la tele, con el mando en la panza y un botellín en la mano.

Murió haciendo lo que más quería.

¿Y qué vas a hacer con Vicente? Que no lo sé, te he dicho.

Que lo toque pensar.

¿Con qué cerebro? La que sé a decir.

Diez minutitos más.

¿Verdad? Lo has parado ya cuatro veces.

Tengo mucho sueño.

Y mucho cuento.

Venga a vender gambas.

Esto es inhumano.

Qué blandas sois.

Y ahora os dan la baja, hasta por menstruar.

Esta es la España que nos deja Pedro Sánchez.

Por lo menos podrías hacerme el desayuno como he hecho yo toda la vida.

Sí, claro.

Y ahora dormir un ratito más.

Y luego al gimnasio con mi amigo Bruno, a zumba o al spa.

Tú lo que tienes que hacer es limpiar la casa.

¿Eh? Como hacéis los mantenidos.

Qué picada está.

Camita.

¡Buenos días! ¡El desayuno! ¡Benchu! Que hoy no tenía que madrugar.

Bueno, mejor.

Así aprovechas bien la mañana.

Además, tenemos que hablar.

Se lo he contado a la nena.

¿El qué? Lo de la nulidad.

¿Cómo? Cuanto antes rehagáis vuestras vidas, mejor para todos.

Pero, Menchu.

Era así.

La nena también puede conocer a alguien.

Que viajando se liga mucho.

Mierda, Yoli.

Uy, cógeselo, que si no se brota más.

Hostia madre que me parió.

Cuidado, la bandeja.

Yoli.

¿Cómo que te quieres divorciar si nos acabamos de casar? No.

Yo lo que quiero es la nulidad.

Pues más feo todavía.

¿Qué pasa, que no hemos consumado, no? Porque en Tailandia otra cosa no, pero estuvimos consumando todo el rato.

Yoli, o sea, esto no es un matrimonio.

Mira, me cojo el primer avión y voy para allá.

Ya, si yo lo quería hablar en persona.

Pero tu madre...

¡Nina! ¡Aquí estoy! Coordinándolo todo.

Espera que Gilma me está diciendo algo.

What? Pero vamos a ver.

¿Tú dónde estás ahora? ¿En Estambul? Ay, esto es para San Petersburgo.

Mira, yo veo el castillo de Catalina la Grande y el pene de Rasputín y voy para allá.

¿El pene de Rasputín? Lo tienen en Formol, en un museo.

Pero nena, ¿prefieres ver el pene de Rasputín que el de tu marido? Mamá, dicen que es espectacular.

¡Pues mándame una foto! Pero vamos a ver.

No.

Primero se coge el berrinche y luego sigue de turismo visitando castillos y penes en Formol.

Pues San Petersburgo dicen que es precioso.

¿Tú no has visto a Anastasia? ¿Lo acojonante? Es que encima me siento mal por ella.

Si es que eres un pedazo pan.

Yo estoy contigo, ¿eh, cariño? Estás haciendo lo que tienes que hacer.

Sí, ¿no? Sí, lo habéis intentado.

Pero si no puede ser, pues no puede ser.

Mira, yo quería nietos.

Pero tengo que aceptar las hostias que te da la vida según van llegando.

Pensé que Joli era la mujer de mi vida.

No, cuando menos te lo esperes, aparecerá la persona adecuada.

Ya lo verás.

¡Ay, de verdad! ¿Qué se te ha roto ahora? El horno.

¡Soy men-!