Un libro sobre Natalia Ginzburg sin título con el alma de Ana Lía de Urán 154ql

Bienvenidas, bienvenidos a La Palabra Locura, un podcast de relatos contados de viva voz.

Palabra de Mar del Rey. Este es un episodio especial porque se lo quiero dedicar a mi amiga Analía López Toledo, o Analía de Urán. Quienes sois ranas y seguís el podcast desde hace tiempo, es posible que lo hayáis escuchado compartiendo conmigo algún episodio.

Y quienes no lo sois, os animo a que buceéis y busquéis para escuchar su voz leyendo algún relato que siempre es uno de los grandes regalos que ella hacía. Y digo hacía porque mi querida amiga Analía López Toledo, que llevaba ya seis años, dicen esto de luchando contra una enfermedad, bueno, con un cáncer grave, al que se enfrentó con una fortaleza, con una entereza, con una conciencia, con una valentía y con una vulnerabilidad impresionante. Y después de todo este tiempo, pues bueno, al final en la vida siempre siempre nos ganan. Y quizá esto que dicen de que la vida es tan maravillosa porque se termina, no lo sé. Pero bueno, finalmente falleció hace unos días. Y bueno, yo no quería dejar pasar mucho tiempo antes de dedicarle este episodio a ella.

A ella que ha sido una de mis grandes amigas, una gran compañera con la que compartía el amor por los libros, por la literatura, por la escritura, con la que era maravilloso conversar y siempre lo ha sido. Y en los últimos momentos quizá todavía más porque la manera en que ella ha caminado en los últimos tiempos de su vida le ha permitido colocarse en un lugar de mujer sabia. Y bueno, Ana estaba escribiendo un libro, un libro sobre Natalia Gainsbourg, que quizás si os dejaré en el carrusel de recomendaciones os dejaré un enlace para que podáis escucharla en otro podcast que compartimos durante muchos años junto con Amparo Quintana y Sonia Jiménez Romero, donde Ana hablaba de literatura. Y allí habló en diversas ocasiones de Natalia Gainsbourg, una autora que a ella le inspiró.

Bueno, le inspiró tanto como para dedicarle prácticamente cuatro años de su vida a investigar sobre ella, para escribir una novela que está dedicada a esa autora. Y durante todo el tiempo que han compartido Natalia y Ana, porque ha sido una relación que han mantenido durante todo este tiempo, Ana ha sentido, porque así me lo ha contado, que Natalia la acompañaba. Natalia fue una mujer que sufrió mucho en su vida y Ana vino a descubrirla en un momento en el que a ella le diagnostican el cáncer. Y bueno, a raíz de ese encuentro Ana empieza a bucear, empieza a conocer a la autora, empieza a desarrollar una novela, que ya digo, ha sido su trabajo y su dedicación durante estos últimos cuatro años. Y Ana estaba a punto de terminar el libro.

Prácticamente el tiempo que pasó en un centro de cuidados paliativos, las últimas dos semanas, estaba siempre deseando tener tiempo para escribir. Y en cuanto podía, se sentaba y se ponía a escribir. De hecho, cuando la trasladaron al centro de cuidados paliativos, a los dos días de estar ingresada allí, pidió una mesa especial para poder escribir y trabajar. Porque ella escribiendo sentía una conexión especial y era como lo que le permitía estar en la vida, lo que le hacía sentirse más viva. Y una de las cosas que me dijo es que le daba mucha tristeza no poder presentar el libro. Y ahí la verdad es que yo pensé, ¿y por qué no lo vas a presentar? Yo te hago una entrevista y lo presentas. Y bueno, no sabemos nunca lo que va a ser de este libro. Y el tiempo en realidad es relativo.