2️⃣ - ¡TRAIDORES! El Lado Oscuro de los Famosos a los que Amamos 💔💀 - T8x19 4y4ef

En este tiempo de descanso nos ha dado tiempo perfectamente a idolatrar a nuevas famosas, a nuevas gente y sentir envidia de sus vidas y seguro que algunos sentirán también envidia de la mía aunque si existe no quiero saberlo. Pero en cualquier caso vamos a ir con el noveno bloque de nuestro programa y hemos titulado el de los impulsos reprimidos. Tal vez los iramos porque nos muestran lo que no nos podemos permitir y tal vez los seguimos porque son de algún modo versiones extremas de lo que quisiéramos ser o de lo que tememos ser.

Muchos de estos ídolos encarnan lo que nosotros en nuestras vidas normales reprimimos. El placer sin culpa, la violencia contenida, la arrogancia impune. Los iramos porque viven lo que no nos atrevemos nosotros a vivir. Son en cierto modo espejos distorsionados de nuestros deseos más primitivos y ahí entra una pregunta incómoda ¿por qué nos gusta tanto ver triunfar al que se porta mal y en cambio no se ira por igual al que actúa bien? Guillermo.

No estoy muy de acuerdo con esa afirmación, creo que en los dos casos no lo sé, tío.

Buena pregunta. Quizás porque los malos eligen el camino más fácil, de menos sacrificibles llega la fama o el éxito de una manera más de improvista, con menos esfuerzo, con más libertad, con menos responsabilidades. Supongo que es por lo que hemos hablado antes. Porque si tengo que generalizar para responderte, el que es bueno normalmente pues se lo ha trabajado, digamos que le ha costado más esfuerzo y el que no, me voy a un grupo de los gas arrosas, que son todos chicos malos y demás, pues les llegó el éxito no de la noche a la mañana pero desde luego más rápido que a Bill Gates, al pobrecito. Y encima pues hacen más de todo, presuponemos que hacen más de todo, pero quizás sea porque el éxito es más rápido o con menos responsabilidades, porque hay menos responsabilidad civil o algo así, pero no te sé responder, tío.

Pues a ver si Víctor nos responde. Para mí la pregunta sería por qué nos gusta tanto ver triunfar a los que nos caen bien y en cambio no se ira por igual a los que odiamos, a los que nos caen mal, porque es por lo mismo, porque es donde nos identificamos con ellos.

Ese éxito en parte es un éxito nuestro, es decir, mira, uno de los nuestros, uno de los míos, tiene éxito. Como yo, esta persona me representa, yo también he alcanzado...

A ver, por ejemplo, votas a un representante político y triunfa y tú te alegras o gana tu equipo de fútbol. ¿Has ganado tú? Bueno, en política...

Sí, es verdad, Víctor, y cuando dice hemos ganado, hemos ganado, ¿qué has ganado exactamente? Claro, tú le has pegado patada al balón. Es porque estás fusionado con ese grupo.

Hemos, nosotros, porque nosotros, tío, si lo estás viendo en la tele, ¿qué coño estoy bebiendo cervezas? Pues es porque te sientes identificado y te alegras realmente, generas dopamina con ese triunfo y a lo mejor te condiciona ya toda la noche o toda la tarde, ese triunfo o ese fracaso. Pero entonces tú sí que dirías que a la gente le gusta ver que triunfan la gente rebelde y en cambio...

Es que yo sí que creo que está pertinente preguntado porque, claro, porque es cierto que al que actúa bien no se le ira. Es como lo que hemos dicho antes de las noticias positivas y las fatídicas, es decir, no se ira por igual al que actúa bien que al que actúa mal. Es decir, el que actúa mal siempre tiene un aura de atracción superior al que actúa bien.

Hostia, no sé, tío, ira más a Gentabreu y Miguel que a Metallica. Es que no lo sé, no estoy de acuerdo con esa afirmación tan genial que haces.

Yo creo que es más, no sé yo, bueno, si el que se porta mal es de los míos, me alegraré.